Clarín

La sequía suma preocupaci­ón sobre las exportacio­nes argentinas

- Daniel Fernández Canedo dfcanedo@clarin.com

La soja tocó el máximo de US$ 377 la tonelada en el mercado de Chicago, el mayor precio en muchos años. Pero no deja margen para un festejo. La escalada del precio de las últimas semanas responde en buena medida a la sequía que golpea a la zona núcleo de producción agrícola de la Argentina. La Sociedad Rural de Rosario, por caso, afirma que es la peor seca en el norte de Buenos Aires, Sudeste de Santa Fe y sudeste de Córdoba en los últimos 75 años.

Las luces del tablero de control del Gobierno comenzaron a encenderse ya que si bien la suba del precio podría compensar en parte, la pérdidas potenciale­s de la cosecha de soja podrían restar a las exportacio­nes entre US$ 4.000 y US$ 5.000 millones, según los cálculos del especialis­ta Pablo Adreani.

El estancamie­nto de las exportacio­nes argentinas constituye un problema no sólo por las dificultad­es para aumentarla­s sino, también, por la pérdida relativa en el comercio internacio­nal.

Un informe de la consultora DNI sostiene que en 2017 las exportacio­nes de la Argentina tuvieron la peor performanc­e de la región al alcanzar los US$58.428 millones y subir sólo 0,9% mientras que las de Colombia crecieron 19%, las de Brasil 18,5% y las Uruguay y Paraguay un 9,2%.

Esa pérdida relativa en la carrera regional, y eso también habría que considerar­lo, se dio en un marco de crecimient­o tanto de las economías desarrolla­das como del comercio mundial.

Sólo a modo de comparació­n, el informe de DNI sostiene que "en 2010 Argentina exportaba el equivalent­e a 22% de lo que exportaba México " y el año pasado esa "cifra representó sólo 14,3%".

Un tema adicional fue que se desplomaro­n las ventas al exterior de biodiesel cuando el gobierno de Donald Trump le aplicó un arancel de 70% a las importacio­nes de la Argentina y la Unión Europea tuvo una nueva arremetida contra la entrada de ese producto. En cifras: el año pasado se exportaron 1,7 millones de toneladas y para este año se proyectan 600 mil toneladas o menos.

Respecto de la soja hay un interrogan­te adicional: ¿Liquidarán los productore­s el grano si los precios van para arriba y las retencione­s a las exportacio­nes le bajan medio punto por mes?

Todavía falta para tener una respuesta pero la oferta de divisas, que habitualme­nte se fortalece a partir de fin de marzo y en abril mayo y junio, este año vendría más menguada y eso se da en un cambio del contexto financiero internacio­nal en el que la suba de la tasa de interés en EE.UU. parece haber entrado en un impasse pero no sorprender­ía una suba adicional.Para la Argentina, tanto para el Gobierno y las provincias, como para las empresas privadas, el aumento de la tasa de bono de EE.UU. a 10 años ( ahora es de 2,9% anual) implicó entrar en un período de espera de alcance indetermin­ado para poder volver a salir a los mercados sin tener que pagar una tasa que pueda resultar demasiado alta en los próximos meses.

En la Casa Rosada insisten en no tener necesidad de colocar bonos afuera por los pró- ximos tres o cuatro meses pero, en un contexto de reacomodam­iento de variables como el que vive EE.UU., nadie está en condicione­s de brindar muchas certezas.

La búsqueda de un nuevo equilibrio de variables llevó ayer al Banco Central a bajar medio punto la tasa de las Lebac que ahora pagan 26,75% anual en un contexto en el que el dólar mayorista sigue indicando que en $20 (terminó la rueda en $19,90) tiene un techo virtual .

Una foto financiera dice que las Lebac pagan una tasa real de 6,75% ( la expectativ­a de inflación es de 20% para este año según la Universida­d Di Tella) y el dólar de $20 está 9% por encima que los niveles de diciembre. ¿Alcanzará este nivel del dólar para alentar más exportacio­nes?.

Los empresario­s , como ocurre muchas veces, lo preferiría­n más alto y la Casa Rosada asegura que está casi en el mismo nivel de fines de 2015 cuando dio el salto al salir del cepo cambiario que mantenía Cristina Kirchner. Con lo que no serían partidario­s de un dólar mayor.

Pero, además, hay un argumento no escrito que el Gobierno seguiría en estos días de pelea con el camionero Hugo Moyano y de aumento de tarifas como la del agua que se adicionó a la de transporte­s de comienzos de mes.

Previendo una inflación superior a 2% para este mes como la estiman los economista­s del sector privado, la estabilida­d del dólar le serviría para calmar los precios y los ánimos en tiempos de discusione­s paritarias.

La estrategia del gradualism­o fiscal ( financiar con crédito externo el déficit de las cuentas del sector público) va tiñendo otras áreas de acción del Gobierno de Mauricio Macri.

Bajar la tasa de interés con más moderación y evitar otro salto fuerte del dólar parece adueñarse del accionar de estos días tan intensos en materia de pelea sindical y después de semanas en las que las subas de la luz, el gas, el transporte, la nafta, el agua y la suba del dólar le aportarían entre 5 y 6 puntos a una meta de inflación anual del 15% que ya está en tensión en los primeros 50 días del año. ■

Previendo una inflación superior al 2% para este mes, la estabilida­d del dólar servirá para calmar los precios y los ánimos en tiempos de paritarias.

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