A fin de mes terminan los arreglos de Plaza Congreso
La están reparando tras los destrozos en la violenta marcha de diciembre contra la reforma jubilatoria.
Hace dos meses, la Plaza del Congreso fue destrozada durante las violentas manifestaciones contra la reforma previsional. Ahora, y luego de un trabajo de restauración que costó 37 millones de pesos, los arreglos están en su etapa final. Las autoridades del Ministerio de Ambiente y Espacio Público estimaron que la obra estará concluida a fin de mes.
"Ya reparamos el sistema de riego y estamos trabajando en los bancos y en las glorietas", detalló a Télam el ministro Eduardo Macchiavelli.
Hasta ahora fueron reparados todos los pisos -a excepción de algunos sectores en la plaza Mariano Moreno-, se limpiaron los grafitis y arreglaron los bancos parcialmente rotos, mientras que aún falta colocar los que los manifestantes destruyeron por completo. También se terminó la pintura de los cestos vandalizados, y repusieron el sistema de riego, el césped y el resto de las plantas.
Queda pendiente terminar con algunas tareas de albañilería y recuperar por completo la fuente de la Plaza Moreno y los centenarios odeones (glorietas), de cuyas 200 columnas se colocaron 30 y otras 150 fueron elaboradas y están a la espera de su instalación. También se encargaron las piezas para reponer los centenarios escalones de mármol de Carrara que tenían las glorietas.
Durante 2017, se habían destinado 59 millones de pesos en la restauración completa de la Plaza, que concluyó en septiembre. Pero el 14 y el 18 de diciembre se produjeron los incidentes. "Había sido una obra muy grande. Es una tristeza que grupos minúsculos tengan la idea de que esto es hacer política", lamentó Macchiavelli.
El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, inició en diciembre acciones judiciales para "cobrarles los arreglos" a las organizaciones sociales y políticas involucradas en los destrozos. El juez federal Claudio Bonadio procesó el 26 de enero a 33 de las 44 personas imputadas y trabó embargos de entre $ 100.000 y $ 200.000 por los daños provocados en la comisaría 4 y a dos patrulleros. Además de las lesiones a decenas de policías, el juez citó "daños a edificios y espacios públicos".
Desde el 18 de diciembre, Sebastián Romero, el militante de izquierda que disparó un mortero, continúa prófugo. Mientras que César Arakaki y Dimas Ponce, dos militantes del Partido Obrero que participaron de los incidentes, fueron liberados por el juez Sergio Torres el 23 de enero. La semana pasada el fiscal Germán Moldes pidió que volvieran a la cárcel. ■