Volvió Serrat con sus temas imbatibles
Con mucho de lo mejor de su repertorio dio un recital que, como siempre, enamoró al público argentino.
“Gracias por hacer realidad este sueño de una noche de verano que vengo a disfrutar con ustedes”. No pasaron más que cinco minutos desde que Joan Manuel Serrat recorrió ese no tan largo camino que separa el backstage del borde del escenario de un Teatro Colón colmado, para desan- dar los hermosos versos de La paloma y producir ese maravilloso efecto de encantamiento que ahora se prolonga a lo largo de Mi niñez.
“Picados de viruela, huérfanos de escuela”, canta Serrat, mientras la orquesta al mando de Joan Albert Amargós balancea sus metales con sus cuerdas, siempre como vehículo para que las palabras del Nano lleguen de la mejor manera hasta el último rincón de la sala, que le devuelve un aplauso tras otro, cada vez menos contracturado.
Así transcurrió anoche el inicio del ciclo Únicos, que el catalán abrió de modo inmejorable y en el que se presentarán durante febrero y marzo más de 20 artistas internacionales.
La dulzura de De cartón piedra, la intensa angustia de Padre, la historia de amor de Penélope; un repertorio imbatible, interpretado con maestría.
Parado en el centro de ese escenario mítico, caminando con su mano en el bolsillo como Pancho por el Colón, bailoteando el vals -“uno, dos,
tres...”-, levantando la vista hacia esos palcos infinitos. Así transitaba el Nano el tablado mayor de la Argentina al cierre de esta edición, con mucho de lo mejor de su repertorio aún por recorrer. Cómo volverá a hacerlo esta noche, una vez más.