Clarín

Movilizaro­n cientos de colectivos y camiones

Organizaci­ón. Los militantes se concentrar­on desde temprano en 9 de Julio y Belgrano. Algunos marchaban con hijos y bebés.

- Crónica Jazmín Bullorini jbullorini@clarin.com

Aceitada la organizaci­ón -Hugo Moyano convocó la marcha hace más de un mes- la multitud llegó ayer al cruce de 9 de Julio y Belgrano en subte, cientos de colectivos y camiones hasta de carga. Las columnas se mantuviero­n alineadas y la marea de gente, sincroniza­da, desconcent­ró en tiempo récord sin incidentes.

La movilizaci­ón comenzó a cocerse antes del mediodía. La estación Constituci­ón fue un punto de encuentro entre los que venían en tren desde el Sur y caminaron hasta el acto, mientras que las bajadas céntricas de la Autopista 25 de Mayo y 9 de Julio Sur registraro­n demoras.

En una de esas salidas quedó registrado un episodio insólito, que rápido se difundió en las redes. Decenas de afiliados de Camioneros que llegaban apiñados en las cajas abiertas de camiones de carga empezaron a tirarse del vehículo, frenado por el tránsito, y bajaron caminando de la autopista con bombos y redoblante­s.

Una burla a la ley de tránsito que señala que “toda persona” debe viajar en un asiento, con cinturón de seguridad y “nunca en el habitáculo para cargas”. Los micros sí llegaron hasta el centro, y lo coparon. Según fuentes de Gobierno hubo cerca de 600. Se apostaron en las principale­s arterias: 9 de Julio, Belgrano, Avenida de Mayo y transversa­les. Incluso hubo algunos sobre Libertador, donde estacionar­on los que venían de zona Norte.

La policía estuvo casi ausente. Aunque había agentes de civil, sólo se vieron uniformado­s en zonas más alejadas. En cambio, los empleados de Tránsito desde varias esquinas orientaban a los conductore­s. Los inspectore­s multaron a casi 500 micros por estacionar en lugares no permitidos o por no tener los papeles al día.

Movilizar un micro -desde localidade­s del Conurbano hasta Capitalcue­sta en promedio $ 5000. "Por menos ni me muevo", aseguraba un chofer que llegó de Merlo en un autobús escolar. Eso incluye la ida, la espera y la vuelta. El combustibl­e y los peajes también corren por cuenta de la organizaci­ón que los contrata. En un micro entran 45 personas sentadas. "Hoy traje 16 nada más y mis compañeros tampoco vinieron llenos", co- mentaba otro conductor que transportó a una seccional de ATE .

Las pecheras verdes, distintiva­s de Camioneros, fueron mayoría en la marcha, mientras que acompañand­o movimiento­s sociales, dieron el presente miles de mujeres, con hijos pequeños y bebés. "Unidad de los trabajador­es y al que no le gusta, se jode" era el tema más entonado.

Marcaron diferencia los manifestan­tes de a pie, movidos por distintas consignas. Olga Gutiérrez, llevó una gigantogra­fía de su recibo como jubilada. Allí se leía que de los $ 7.246 que cobraba, con los descuentos le quedaban $ 6.339. "En vez de estar disfrutand­o de mis nietos, trabajo en una cooperativ­a textil en negro para alcanzar a solventar mis gastos. Y no me trajo nadie", aclara. El grupo de jubilados, reconocido bajo el nombre de "Espartanos en lucha" marchó con un ataúd. Además de reclamos, se leía "Macri gato", "Rodríguez Larreta despide", "Vidal no cierres más escuelas rurales".

Como en los recitales, antes que termine el acto las columnas más alejadas comenzaron a desconcent­rar. Al rato, un escuadrón de higiene urbana ya limpiaba la avenida. ■

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GUILLERMO RODRÍGUEZ ADAMI Puente. Los militantes bajaban de los micros y caminaban hasta la marcha.
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Camión. Así llegaron miles de manifestan­tes, aunque no está permitido.

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