Temor en Washington por falsas amenazas de bomba en dos escuelas
El mensaje llegó por texto a las 7.28 de la mañana y conmocionó a padres, profesores y alumnos en un instante: había que evacuar el colegio por una amenaza de bomba. Los más de 2.000 chicos de la Winston Churchill High School, una prestigiosa escuela secundaria pública de las afueras de Washington, fueron trasladados rápidamente al estadio de fútbol de la institución mientras fuerzas de seguridad revisaban el edificio. Por suerte no hallaron nada.
A las pocas horas, otro colegio de la zona recibió otra falsa amenaza y el esquema se repitió. Padres y chicos siguieron el protocolo, pero estaban sencillamente asustados.
El que también debió preocuparse fue el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, porque su hijo Barron asiste a una escuela privada, la St Andrews Epicospal School, que está a pocos pasos de una de las amenazadas. Nadie parece estar fuera de peligro en un país donde hay más armas que habitantes.
No es habitual que en Estados Unidos algún pícaro llame para que se suspendan las clases, porque sin dudas será identificado y tendrá una causa penal. Por eso lo que sucede en los alrededores de Washington pinta el clima de temor y tensión de adultos y adolescentes tras la matanza en la Marjory Stoneman Douglas High School de Parkland, donde fueron asesinados 17 alumnos y profesores por un ex estudiante que ingresó con un rifle.
Algunas madres han decidido no olvidarse de decir un solemne “Te amo” a sus hijos, todos los días, antes de que salgan a clase en caso de que algo suceda.
Los alumnos se informan constantemente por las redes sociales y muchos han abandonado estos días el edificio a las 12, en solidaridad con los compañeros de Florida que marchaban en el mismo momento en su estado. Están activos, alertas: la inmensa mayoría asistirá a la concentración nacional por un mayor control de armas en Washington, el próximo 24 de marzo.