El crimen de una adolescente: “La maté y la tiré en el aljibe”
La última imagen de Celeste Caballero (14) fue tomada en una estación de servicio de la Ruta Nacional 9 ubicada en las afueras de la ciudad cordobesa de James Craik, donde vivía con su mamá. La cámara de seguridad captó a la adolescente el mismo 10 de febrero en que se la tragó la tierra, pero a 14 kilómetros de donde debía estar. Y no estaba sola.
Once días después de su desaparición, el hombre que la acompañaba en la filmación esa noche -21 años mayor que ella, confesó el crimen.
“Le pegué un tiro y la tiré en el aljibe”, les dijo Carlos Miguel Heredia (35) a los investigadores cuando se quebró, según confiaron fuentes del caso a Clarín. Estaba declarando como testigo y terminó imputado.
Habían pasado varias horas y muchas contradicciones desde el comienzo de su declaración, a la hora de la siesta del martes. Recién sobre la medianoche, y ya en el lugar del hecho, indicó dónde había descartado el cuerpo de la adolescente. Dijo que la asesinó de un tiro.
El cadáver de Celeste fue hallado en lo que era un viejo aljibe (ahora devenido en un pozo) en una tapera abandonada de la zona rural de Laguna Larga, distante unos 60 kilómetros de la estación de servicio donde había sido vista por última vez la adolescente aquel 10 de febrero.
Por el estado de descomposición del cuerpo aún no pudieron hacerle la autopsia. Mientras que Heredia, oriundo de Laguna Larga y padre de dos chiquitos, quedó detenido luego de confesar el asesinato. Será trasla- dado al penal de Bower.
Según se determinó, el hombre habría conocido a la adolescente en la plaza adonde llevaba a sus hijos y habría entablado una relación -ilegalcon ella. La tenía como contacto en Facebook y la veía seguido.
“La ex mujer del acusado dejó en claro que el padre de sus dos hijos ‘las prefería jovencitas’”, confirmaron fuentes del caso. ■