El VAR convenció al árbitro para sacarle la roja a Amorebieta
Cáceres no vio la falta del venezolano a Luan. Ante la protesta de Gremio revisó la jugada y marcó la expulsión.
El arbitraje volvió a estar en el centro de la escena en la final de la Recopa. Como hace una semana, el referí pidió la utilización del VAR (Video de Asistencia al Referí) y, a raíz del repaso de las imágenes, expulsó a otro jugador de Independiente. Y generó muchas discusiones, más allá de que la decisión del paraguayo Enrique Cáceres en la roja fue irreprochable.
Había llevado las riendas del partido sin ningún problema el juez de 43 años. Al minuto, ya le había mostrado la amarilla a Alisson por un planchazo a Gastón Silva. Fue una señal de que no le iba a temblar el pulso. Al uruguayo lo amonestó por una falta a Luan. Y también les aplicó tarjeta a Geromel, Gaibor y Miranda.
Sin embargo, a los 40 minutos del primer tiempo, no observó una dura falta de Fernando Amorebieta sobre Luan cuando el venezolano rechazó la pelota, la jugada siguió con el brasileño estaba en piso sin que Cáceres cobrara la falta. Los de Gremio reclamaron y Cáceres terminó tomando una decisión salomónica. Pidió el VAR, revisó el monitor instalado en la mitad de la cancha y expulsó al defensor de Independiente.
Hubo offside en la jugada previa a la falta del venezolano. Pero el asistente no lo advirtió. De todos modos, el VAR es utilizado para jugada de expulsión o goles. La imprudente acción del jugador rojo existió y estuvo impecable Cáceres. Igual que su colega Roddy Zambrano hace ocho días, en el Libertadores de América, cuando echó a Emmanuel Gigliotti, quien le metió el codazo a Walter Kannemann, su ex compañero en San Lorenzo. El ecuatoriano acertó aquella noche.
En el segundo tiempo, Cáceres empezó a perder la manija del partido. Hubo un manotazo sobre Martín Benítez en la puerta del área que merecía amarilla para el jugador de Gremio. Y le perdonó la vida a Silva, que ya estaba amonestado y bajó a Luan contra el lateral. Cobró tiro libre el paraguayo, pero no desenfundó la tarjeta que correspondía.
De cualquier modo, el paraguayo redondeó una tarea aceptable. No compró un penal cuando Jael saltó marcado por Franco y se dejó caer en el área. “Es muy difícil jugar contra un rival de esta magnitud con un hombre menos durante tanto tiempo”, dijo Ariel Holan. Y prefirió elogiar a sus jugadores en vez de apuntarle al árbitro paraguayo. ■