Los jugadores se llevaron una emotiva despedida de los hinchas
Muchos de los 4 mil hinchas de Independiente que coparon el Arena do Gremio también estuvieron en Río de Janeiro hace algo más de dos meses y, esta vez, experimentaron sensaciones menos traumáticas. Lo que les tocó vivir en diciembre fue un caos (dentro y fuera del Maracaná); ayer, en cambio, todo se desarrolló en paz. No hubo disturbios ni en la previa ni durante el partido. Una cerrada ovación de los hinchas despidió al equipo cuando los penales fueron un excesivo castigo para los de Holan.
Las banderas fueron muchas: Avellaneda, Adrogué, Berazategui, Chascomús, Salta y Castelli, entre otras tantas. Las formas de arribar a Porto Alegre fueron en avión, en micro o en autos particulares. “Tardamos 18 horas en llegar”, le dice Mauricio a Clarín, que viajó con un grupo de amigos de Avellaneda.
Lo vivido en Río el año pasado es conocido: múltiples ataques de los hinchas de Flamengo a los de Independiente. Incluso los brasileños intentaron ingresar al hotel del plantel. Ayer, apenas se escucharon unas bombas de estruendo en las cercanías de la concentración.
Quien estuvo con la delegación fue el Brujo Manuel, que también viajó a Río el año pasado. El hombre de Gorina llegó a Independiente por su relación con Damián Albil, que lo conoció en su paso por Estudiantes. Esta vez Manuel no pudo cumplir. ■