Shakhtar ganó y Sevilla empató en dos partidos con acento argentino
Se completó la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones. Un gol de Ferreyra para el equipo ucraniano.
El Ramón Sánchez Pizjuan, la casa de Sevilla, lució repleto. Algunas banderas, con su incesante flameo y dispersas detrás del arco sobre el que atacó el local en el primer tiempo, le dieron un toque de color al frío europeo. Manchester United fue el invitado de honor. Pero la atmósfera generada no fue suficiente para ser transferida al campo de juego. El 0 a 0 final significó el único de los ocho cruces de la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones sin goles.
Aunque en Sevilla hubo un atractivo mayor: la oportunidad de observar el desempeño de cinco argentinos en la cancha. Particularmente para Jorge Sampaoli, que suma y resta nombres en su cabeza de cara al Mundial.
Gabriel Mercado, Ever Banega, Javier Correa y Franco Vázquez fueron titulares en el local. Y Guido Pizarro ingresó para disputar apenas un puñado de minutos. A excepción de Vázquez, todos están bajo la órbita de Sampaoli, que anotó varios ítems a lo largo de los 90 minutos.
La sensación generalizada es que los argentinos estuvieron a la altura ante la jerarquía de Manchester United. Banega supo conducir -principalmente en el primer tiempo- a su equipo frente a la presencia de Paul Pogba, Nemanja Matić y el juvenil Scott McTominay, apuesta del DT José Mourinho; Mercado (como central) luchó de igual a igual con el belga Romelu Lukaku; Correa, dispuesto como extremo por la izquierda, le ganó la cuerda, mientras tuvo energías, al capitán Antonio Valencia; y Vázquez no pudo descollar para llamar la atención de Sampaoli.
El freno al entusiasmo de Sevilla lo puso David de Gea, amo y señor en los tres palos del arco del equipo inglés. El español demuestra, con sus grandes intervenciones, por qué es considerado uno de los mejores arqueros del mundo y por qué Sergio Romero ocupa un lugar en el banco de los suplentes, un tema que desvela a Sampaoli que pretende que su 1 tenga acción.
El DT portugués planificó un partido apostando a la cautela y la jerarquía individual de sus jugadores que se las ingeniaron para ocasionar peligro casi sin tener la posesión del balón. Al fin de cuentas quedará todo sujeto a lo que transcurra en el partido de vuelta el 13 de marzo en el mítico Old Trafford.
A casi 5 mil kilómetros de Sevilla, en el Metalist de Donestk, hubo un grito argentino en la victoria por 2 a 1 de Shakhtar Donestk ante Roma. Facundo Ferreyra, el ex delantero de Vélez, fue el autor del gol del empate transitorio en un partido que había arrancado con el pie izquierdo para los locales. Con Diego Perotti, otro de los seguidos por el seleccionador argentino, como titular, Roma pisó firme en tierras ajenas. El ex volante de Boca fue un dolor de cabeza constante para la defensa del conjunto ucraniano (Taison le tiró un codazo que hubiera merecido la expulsión pero el árbitro escocés William Collum apenas lo amonestó) demostrando que no quiere bajarse de la lucha por un lugar en la Selección con miras al Mundial de Rusia. Tal fue así que en el epílogo del período inicial, cuando todo indicaba que el marcador no sufriría alteraciones, colaboró en la jugada que terminó en el gol de su equipo. Luego de una muy buena combinación entre Perotti y Edin Džeko, Cengiz Ünder (viene en racha en la temporada) abrió la cuenta. El turco quedó en una situación de privilegio ante Pyatov y no falló. Más tarde llegó la igualdad y a 19 minutos del final Fred sentenció la victoria con un precioso tiro libre.
La llave que se definirá también el 13 de marzo en el Olímpico de Roma no es inédita. La historia entre Shakhtar Donestk y Roma tiene antecedentes. El cruce fue el quinto entre ambos equipos y el predominio es de Shakhtar que ganó en cuatro ocasiones y perdió en sólo una.
En el marco de la edición 2010-2011 del torneo de clubes más importante del mundo, Shakhtar había derrotado tanto en la ida como en la vuelta al conjunto italiano: 3-2 de visitante y 3-0 en su cancha. Pero ello, sin embargo, no es la única singularidad del duelo. En aquella oportunidad los seis goles fueron anotados por Jadson, Douglas Costa, Luiz Adriano, Willian y Eduardo, todos brasileños y todo un signo de la influencia sudamericana en el equipo que irá a la revancha en la capital italiana con una leve ventaja. ■