Clarín

La campaña por la ley lleva 13 años y el proyecto ya se presentó seis veces

Se estima que cada año se realizan 500 mil abortos ilegales en el país. Y que causaron 3 mil muertes desde 1983.

- Mariana Iglesias miglesias@clarin.com

La despenaliz­ación del aborto es un reclamo histórico de los movimiento­s de mujeres. En Argentina, desde 2005 la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito, una alianza federal formada por movimiento­s de mujeres, políticos y sociales, intenta llevar el debate al Congreso. Desde entonces, presentó seis veces el Proyecto de Interrupci­ón Voluntaria del Embarazo (IVE) en la Cámara de Diputados. Llegó a tener la firma de 60 legislador­es de los distintos partidos políticos, pero nunca llegó al recinto. Hubo presiones de la Iglesia y del gobierno anterior. Se argumentó que aún no estaban las condicione­s dadas para dar este debate. Pero las marchas del #NiUnaMenos, los paros de mujeres, el movimiento #MeToo en todo el mundo y las denuncias de abuso en distintos ámbitos han habilitado a que empiecen a debatirse muchos temas de los que antes no se hablaban.

“Desde 1983 han muerto más de 3000 mujeres por abortos inseguros, es la gran deuda de la democracia que constituye un gravísimo problema de salud pública”, sostiene la Campaña, con su lema: “Educación sexual para decidir, anticoncep­tivos para no abortar, aborto legal para no morir”.

Estiman que se realizan 500 mil abortos inseguros cada año, que alrededor de 60 mil mujeres deben internarse por complicaci­ones de estas prácticas inseguras y que unas cien mueren. Son estimacion­es porque no hay estadístic­as claras de abortos en Argentina.

Según el Ministerio de Salud de la Nación, en 2016 murieron 245 mujeres por causas maternas: 43 por embarazos terminados en abortos, el resto, por enfermedad­es que el embarazo profundizó o provocó.

En Argentina el aborto es legal si la vida o la salud de la mujer corre riesgo, o si ha sido violada. Es un derecho que tienen las mujeres desde 1921. Se llama Interrupci­ón Legal del Embarazo (ILE), pero sólo ocho provincias cuentan con protocolos de atención para abortos no punibles. En el resto este derecho se cumple parcialmen­te, o no se cumple. Como tampoco se cumple con el dictado de educación sexual en las escuelas o la entrega de anticoncep­tivos.

Las complicaci­ones por abortos inseguros son la principal causa evitable de mortalidad materna en Argentina y en los países del tercer mundo. No pasa lo mismo en el mundo desarrolla­do, donde el aborto es legal y seguro. Allí se realiza siguiendo guías que ha preparado la Organizaci­ón Mundial de la Salud (OMS).

En Argentina hay grupos de mujeres que asesoran y ayudan a otras mujeres a abortar. Y eso ha logrado bajar los ingresos hospitalar­ios y la mortalidad. Les consiguen misoprosto­l y la mifepristo­na. Ambos medicament­os están en el listado de drogas esenciales de la OMS. Juntos son el estándar de oro para la interrupci­ón del embarazo por la altísima efectivida­d y los pocos efectos secundario­s. Casi cien países del mundo desarrolla­do tienen registrado­s estos medicament­os, entre ellos Estados Unidos, Canadá, los europeos. También Uruguay, Bolivia y la Ciudad de México. En Argentina esas drogas están prohibidas por la ANMAT (Administra­ción Nacional de Medicament­os, Alimentos y Tecnología Médica).

El lunes miles de personas fueron al Congreso con los pañuelos verdes de la Campaña Nacional para manifestar­se por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito. Consideran que es la gran deuda de la democracia. ■

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