En Mendoza están "muy preocupados"
Cada voz que se suma a la previa de la Superfinal entre Boca y River agrega más leña al fuego y coopera con un clima cada vez más caliente de cara a la Supercopa Argentina. Y en ese contexto, en Mendoza están alertas. Porque pese a que la organización del encuentro sigue firme, desde el gobierno provincial admiten inquietud.
"Estamos muy preocupados, sería conveniente que los dirigentes estuviesen a la altura de este partido y pongan paños fríos", aseguró Néstor Majul, subsecretario de Relaciones Institucionales del Ministerio de Seguridad en diálogo con Clarín.
Los funcionarios provinciales adelantaron que en las próximas horas mantendrán un encuentro con representantes de la empresa organizadora de la final para avanzar en temas vinculados a la logística y seguridad.
Si bien aún no está confirmado, 1.000 efectivos estarán a cargo del operativo de seguridad en las inmediaciones del estadio y en otros puntos estratégicos de la provincia. "Será un operativo muy grande y la empresa se tendrá que hacer cargo de los gastos. Eso no se negocia", comentó Federico Chiapetta, subsecretario de Deportes de Mendoza.
El funcionario admitió que "no ayudan para nada las declaraciones porque generan un clima caliente que puede trasladarse a las tribunas: "Si bien por ahora no es un problema grave, es verdad que se exacerba peligrosamente la rivalidad".
En la misma línea, Majul también señaló que "estamos preparados y tenemos la capacidad para recibir un evento semejante. Por eso sería bueno que los dirigentes bajen el tenor de las críticas y generen un clima para que todos vengan a disfrutar".
La final más esperada es tema de debate hasta en las más altas esferas políticas. Incluso el gobernador Alfredo Cornejo se animó a bromear con el presidente Mauricio Macri en una reunión con dirigentes radicales y le sugirió "que el árbitro sea brasileño, así no hay problemas". ■