Racing, en racha
2-1 a Godoy Cruz, el cuarto triunfo seguido.
Racing mantuvo su marcha triunfal en la Superliga, con una agónica vic- toria en un partidazo en Mendoza. El gol de Maximiliano Cuadra en la última jugada del encuentro fue el premio para un equipo que buscó siempre el arco rival. También fue un castigo demasiado excesivo para Godoy Cruz, que cortó su racha de triunfos consecutivos en el Malvinas Argentinas pero de todas maneras dejó una buena imagen.
Fue un primer tiempo cambiante, con dominio repartido. A los dos les sobró intensidad para presionar pero tuvieron marcados déficits: a Godoy Cruz le faltó contundencia y a Racing profundidad. La pelota fue del visitante y las chances más claras del local, que dejó una mejor impresión.
El equipo de Eduardo Coudet extrañó en ese inicio a puro ritmo a Lisan- dro López, quien se quedó en Buenos Aires porque el martes arranca la aventura de la Libertadores ante Cruzeiro. La cinta de capitán pasó a Lautaro Martínez, que no pudo desnivelar básicamente porque le faltó compañía. Ricardo Centurión se puso el traje de delantero pero no estuvo cómodo en la etapa inicial. Sin espacios para hacer pesar su velocidad y habilidad, pasaba desapercibido. Claro que todo cambió en el complemento.
Con la defensa bien adelantada, Nery Domínguez entre los centrales y los laterales subiendo una y otra vez, parecía que Racing iba a llevarse por delante a Godoy Cruz. Pero esa presión solamente duró unos 20 minutos y no sirvió de mucho porque, más allá de algún ataque por la derecha, no pudo lastimar nunca a la defensa local. La muestra más clara de la anemia ofensiva fue que el primer remate al arco llegó a los 28 minutos, cuando Martínez probó de lejos sin demasiado riesgo a Leonardo Burián.
Cuando Godoy Cruz se acomodó, el partido fue otro. Empezó a encontrar espacios porque Racing atacaba mal y tampoco era sólido en defensa (tuvo algunas fallas Sigali). Por eso el Morro García estuvo tres veces muy cerca del gol pero, extrañamente, el uruguayo goleador falló frente al arco de Juan Musso. Y lo terminaría pagando muy caro.
La historia no había comenzado muy diferente en el segundo tiempo hasta que en una jugada aislada Racing encontró el gol. Un mal rechazo de Juan Andrada dejó a Martín Ojeda con camino liberado a Burián. Pero, inteligente, el ex Ferro frenó y esperó la llegada de Centurión, que de frente al arco no falló: está amigado con el gol.
Siguieron unos minutos de desconcierto de Godoy Cruz y de dominio de Racing, que parecía encaminado a ampliar la ventaja. Pero, en el peor momento de su equipo, Juan Garro armó una gran jugada por la izquierda y Pol Fernández sacó un zurdazo que estremeció a todo el estadio.
Lo que siguió fue un partidazo, con los dos buscando el triunfo sin complejos. Pudo ser de Racing, pero Burián achicó rápido y bien ante Maxi Cuadra. Lo tuvo Luciano Abecasis y Juan Musso la sacó del ángulo. A Lautaro los dos palos le negaron el gol en la misma jugada. Pocos segundos después, en la otra área, Ángel González se demoró demasiado cuando García esperaba su revancha.
La mitad de la cancha fue una zona de paso liberado. El partido empezó a jugarse en las áreas y a los dos les faltaba tranquilidad para quedarse con la victoria. Hasta que llegó el cuarto minuto de descuento, una recuperación lejana y certera de Domínguez, un centro desde la izquierda exactor de Cardozo y la aparición de Cuadra para desatar todo el festejo en la tribuna norte del estadio mendocino. Un gol que significó la cuarta victoria consecutiva de un Racing que, más allá de algunas desconcentraciones, ilusiona a sus hinchas a fuerza de buen juego y triunfos.