Clarín

Un problema pedagógico que ni Cristina pudo resolver

- Ricardo Braginski rbraginski@clarin.com

La palabra aparece ahora fuerte en los medios, pero del presentism­o docente -o de las faltas reiteradas de los maestros- vienen hablando los expertos en educación desde hace tiempo. Y el tema no preocupa tanto por lo económico -que sin dudas es un aspecto a tomar en cuenta en sistemas masivos como los de la provincia de Buenos Aires- sino principalm­ente por lo pedagógico. Hay consenso respecto a la dificultad de sostener buenos aprendizaj­es cuando se interrumpe­n los ritmos de la enseñanza o se cambia de maestro tres o cuatro veces al año. ¿Cuánto de esto pudo haber influido en los muy malos resultados de los alumnos en las pruebas Aprender?

Y también hay consenso de esto entre la dirigencia política. Fue la misma ex presidenta Cristina Kirchner quien lo remarcó en aquella recordada sesión del Congreso de 2014, cuando dijo cosas como estas: “Yo sé que a mis compañeros docentes y a los que no lo son, también; o a algunos, no a todos, tal vez el tema del presentism­o es algo que les produce urticaria, pero es necesario para la calidad educativa”. Y agregó: “Si hemos hecho toda esta inversión y todavía nos falta en calidad educativa, ¿es tan ilógico que estemos discutiend­o el rubro ‘presen- tismo’ o, si quieren, ‘presencia pedagógica’?. Vos ponete a pensar en un chico sentado en su pupitre que dos meses tiene un maestro, cuatro meses tiene otro, cinco meses tiene otro: ningún maestro... Hay algo fundamenta­l en el proceso de aprendizaj­e: la interacció­n entre el docente y el alumno. Yo me acuerdo del nombre de mis maestras de primer grado, de segundo, de tercero, de cuarto, porque fueron las mismas durante todo el año”.

Los gremios docentes de la Provincia siguen resistiend­o el pago adicional por presentism­o, pero lo cierto es que en Buenos Aires esa medida existía, hasta que fue disuelta en los primeros años de este siglo.

Hoy cobran por no faltar los docentes de nueve distritos: la Ciudad, Santa Fe, Santiago del Estero, Entre Ríos, La Rioja, Mendoza, Misiones, Formosa y La Pampa. El caso de Mendoza es el más observado por la dirigencia política. Allí al presentism­o se lo conoce como “ítem Aula”, y es un extra del salario que cobran los maestros que no hayan tenido más de tres faltas al mes ni diez al año. Desde que se implementó, se ha reducido el nivel de ausentismo casi a cero.

Hay quienes ponen el acento en la justicia de la medida. Como Cristina, que también dijo: “Mírenlo desde el lado del docente, desde el lado del trabajador: ¿es justo que el que va todo el año, que el que se pela el que te dije para estar sentado frente al grado con todos los deberes, cobre lo mismo que el que va cada muerte de obispo o agarra cuanta licencia tiene a mano? Yo creo que no (…) no puede ser que cada año sea un parto el inicio de clases por la discusión salarial.” ■

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