Clarín

Condena inusual: le dieron 15 años de cárcel por manejar borracho, chocar y matar

Es un joven de 19 años, que iba a 150 km por hora y a contramano por una avenida. Murieron dos mujeres.

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En un fallo unánime y con escasos precedente­s, un joven fue condenado a 15 años de cárcel por haber causado la muerte de dos mujeres en 2015 mientras conducía borracho, de contramano y alta velocidad por una avenida de Wilde. Allí embistió al auto en el que viajaban las víctimas.

Es Cristian Morel González, de 19 años, quien se encuentra detenido desde la semana posterior al siniestro. Tras la decisión tomada por el Tribunal Oral 5 de Lomas de Zamora, mantendrá esa condición.

Los jueces Guillermo Piume, Pedro Pianta y María del Carmen Mora lo econtraron responsabl­e del delito de “homicidio con dolo eventual”, que prevé de 8 a 25 años de prisión, y manifiesta que pese a que debió representa­rse que podía provocar un daño, igual manejó.

Por el hecho también fue juzgado José Orellana, de 18, quien era dueño del vehículo, viajaba en él y fue acusado de encubrimie­nto. El fiscal Héctor Toneguzzo había pedido 18 años de cárcel para el conductor y cuatro para Orellana, que finalmente quedó absuelto. En ese auto, también había otros tres jóvenes.

El choque fue el 1° de marzo de 2015 en Wilde, partido de Avellaneda, cuando el Volkswagen Vento negro conducido por Morel González circulaba a alrededor de 150 km por hora, y pasó con el semáforo en rojo y de contramano por la avenida Fabián Onsari y Cordero.

El auto impactó contra un Fiat Palio en el que viajaba una familia que iba a un acto en el Congreso. Murió en el acto Anabella Verónica Lencinas, de 25 años, y días después su cuñada, Karina Andrea Cubas Wohlk, de 36. El hermano de Verónica y esposo de Karina, Hernán, quien manejaba, y su otra hermana, Adela Lencinas, resultaron heridos.

Todo fue registrado por las cámaras de seguridad del municipio, donde se ve que el Vento choca al Palio y también a una camioneta Ford Ranger. Luego, el conductor se quedó con el auto detenido a pocos metros y se cambió de lugar con Orellana, quien dijo que lo hicieron porque pensó que el seguro no le iba a pagar.

Un taxista presenció todo. Vio cómo los ocupantes del auto que originó la tragedia se bajaron y empezaron a tirar botellas de bebidas alcohólica­s a un pastizal.

El fallo, que se conoció el miércoles, ya fue solicitado por la defensa de Morel González y es probable que sea apelado ante la Cámara de Casación.

Los antecedent­es de condenas tan largas son pocos. En diciembre de

2017, Gustavo Federico Cusato Trias fue condenado a 12 años de cárcel por manejar borracho en la Panamerica­na, chocar y matar a dos jóvenes, y herir gravemente a una mujer, en 2016. Lo decidieron los jueces Gonza- lo Aquino, María Elena Márquez y Alberto Ortolani del Tribunal Oral en lo Criminal 1 de San Isidro, quienes considerar­on el caso como un “homicidio simple con dolo eventual”.

Resuena también el de Diego Cuevas, de 19 años, quien en abril de 2015 embistió en Haedo a seis amigos y mató a dos de 16, a bordo de un Nissan Tiida que conducía borracho y a 127 km por hora corriendo una picada. Durante todo el proceso, Cuevas cumplió con arresto domiciliar­io, monitoread­o mediante tobillera electrónic­a. Y mantuvo esta situación luego de la sentencia que lo condenó a nueve años de reclusión. La carátula era “doble homicidio simple y cuatro lesiones graves”, querellas y Fiscalía solicitaro­n 18 años de prisión efectiva, pero no alcanzó. A fin de diciembre, los jueces Alejandro Rodríguez Rey, Pablo Gossn y Daniel Leppen del Tribunal Oral en lo Criminal 6 de Morón, le dieron la posibilida­d de recuperar su libertad, condiciona­l, en 4 años.

Otro caso cercano es el de Juan Manuel Sánchez Villar, de 34 años, quien en julio de 2014, borracho y a 115 km por hora, embistió por detrás con su Kia Sportage, al Fiat 147 en el que via- jaba una pareja y su hijo de tres años por la avenida General Paz, a la altura del puente de San Martín. El nene, Bautista Jara, salió despedido del auto y murió. Pese a los agravantes en la conducta de Sánchez Villar, la Jueza Ana Dieta de Herrero, del Tribunal Oral en lo Criminal 9 de la Ciudad, entendió que los padres eran también responsabl­es, ya que Bautista viajaba sin el cinturón de seguridad.

Por resolverse está el caso de Tomás Núñez Aboy, quien en enero de 2017 chocó a toda velocidad al auto de la maestra Silvia Cabrera, que estaba en el semáforo de Haedo y Maipú, en el municipio de Vicente López. El golpe la mató en el acto e hirió gravemente a su acompañant­e, Rosa Pedercino. Núñez Aboy se bajó del vehículo, que conducía a 140 km por hora y con 2,18 gramos de alcohol en sangre y escapó. A las pocas cuadras fue detenido, permaneció con prisión preventiva pero le otorgaron la prisión domiciliar­ia a la espera del juicio.

La concientiz­ación no es suficiente: según una encuesta del Observator­io de Seguridad Vial porteño, 4 de cada 10 hombres jóvenes cree que si toma “poco” puede manejar. ■

 ??  ?? Desastre. Avenida Onsari y Cordero, donde el joven pasó en rojo y chocó. Las víctimas tenían 25 y 36 años.
Desastre. Avenida Onsari y Cordero, donde el joven pasó en rojo y chocó. Las víctimas tenían 25 y 36 años.

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