D’Onofrio bajó un cambio y buscó despegar a Macri
“Es absurdo pensar que tiene algo que ver con la decisión de un árbitro”, dijo. Su discurso dividió opiniones en River.
“Disparate” y “absurdo” fueron las dos palabras que Rodolfo D’Onofrio utilizó en su alocución previa a abrir el juego de las preguntas en la conferencia de prensa que brindó ayer en el Salón Auditorio del estadio Monu- mental para desacreditar los repudios hacia Mauricio Macri , luego de fallos arbitrales que perjudicaron a River en el comienzo de este año. Al mencionar esas palabras, en definitiva, lo que el mandamás de River expuso fue que los insultos de los hinchas millonarios contra Macri son ilógicos. Su intención fue, evidentemente, despegar al presidente de la Nación de un supuesto “complot”.
En principio, D’Onofrio tenía la idea de hablar recién hoy, en la previa del encuentro que River jugará contra Vélez por la Superliga. Sin embargo, como la bola de fuego no paró de crecer durante la semana, el presidente de la institución de Núñez creyó que lo más conveniente era expresar sus sensaciones en el ámbito del club. Entonces, planificaron una conferencia de prensa al estilo “Casa Rosada”. Que primero hablara D’Onofrio para dejar clara su postura y que luego respondiera las preguntas.
“Antes que nada quiero decir algo: creo que hay un absurdo que está sucediendo que es implicar al presidente de la Nación con lo que está ocurriendo en el fútbol. Es hincha de Boca y tiene pasión por el fútbol, pero no tiene nada que ver. Tiene otras preocupaciones más grandes que el fútbol. Es absurdo pensar que Macri tiene algo que ver con la decisión de un árbitro. Es un gran disparate”, arre- metió D’Onofrio segundos después de tomar el micrófono. A su lado lo acompañaba el vicepresidente primero, Jorge Brito. Ya en la semana el ministro del Interior Rogelio Frigerio y el vicejefe de gobierno porteño, Diego Santilli, hinchas de River y de fuerte vínculo con Macri, salieron a defender al presidente de la Nación.
En definitiva, lo que buscó D’Onofrio fue bajar los decibeles e intentar llevar un mensaje de paz. Él se define como un “antigrietista”. Y la última semana la grieta se ensanchó demasiado. “Hay que sacar esta locura. El River-Boca es apasionante pero es un juego. Genera un folklore grande pero hay que disfrutar del partido con pasión. Uno festejará y el otro estará triste, pero no se acaba el mundo”, expresó en la misma sintonía que lo hizo el jueves el presidente de Boca, Daniel Angelici.
Si bien estos mensajes pueden ser bien vistos en las altas esferas del poder, entre los hinchas de River generaron diversos comentarios. Algunos, en las redes sociales, se manifestaron en contra porque creen que reculó mucho y no les agrada esa postura. Otros sostienen que se trata de una inteligente jugada política. Es que muchos aún creen que lo que condenó al club de Núñez al descenso en 2011 fue el pataleo de Daniel Passarella contra Julio Grondona.
D’Onofrio aseguró que se está trabajando con los organizadores de la Supercopa y con los dirigentes de Boca para que los días previos a la final haya un partido de Fútbol Senior entre ambos equipos y una cena de camaradería. También, habría una intención de que los dos presidentes vean juntos el partido en el Malvinas Argentinas de Mendoza, tal como sucedió en algunos encuentros de verano cuando D’Onofrio apenas había asumido la conducción de su club. El contexto era otro. River y Boca parecían ir de la mano fuera de la cancha. Hoy, el vínculo está resquebrajado. Ahora buscarán que no se rompa del todo. ■