“Directamente no nos recibían”
“Nena, ¿a vos tus papás no te dijeron que no tenés que venir a esta escuela?”, fue una de las tantas frases que tuvo que escuchar Tiffany Gutiérrez Brenta. Vive en Almirante Brown, pero todos los días viaja hasta la Ciudad de Buenos Aires para estudiar. “Cuando buscábamos vacantes para el nivel inicial me decían que no había, que estaba completo, pero para todos sus compañeritos de jardín sí había. En la zona ya nos conocían como los papás de Tiffany así que ni siquiera nos recibían”, cuenta Brenda. Asegura que tuvieron que “cambiar varias veces de escuela” a su hija y que, incluso, “estuvo 2 años sin escolaridad” porque no conseguían lugar. “Tiffany empezó a somatizar, no quería ir a la escuela, se aferraba a nosotros o se enfermaba los lunes. La pediatra y la psicóloga llegaron a la conclusión de que, a raíz del maltrato que recibía en la escuela por parte de los adultos, empezó a tartamudear. Hicimos varias denuncias que quedaron en nada”, continuó Brenda. Tiffany tiene Síndrome de Down y como es una discapacidad intelectual, muchos consideran que sólo debe ir a una escuela especial o incluso, escolaridad alternada - escuela común y escuela especial-. “El nivel académico de este colegio es muy alto para ella; los profesores no están capacitados para brindarle apoyo, ella no puede hacer la vida de otros nenes” fueron algunas de las excusas que les dieron las autoridades educativas para no recibirla en las escuelas”, concluyó Brenda.