Merkel consolida su sucesión y logra apoyo para otro mandato
La CDU eligió a Kramp-Karrenbauer como secretaria general. Y aprobó la alianza con los socialdemócratas.
La canciller alemana, Angela Merkel, consiguió ayer el apoyo cerrado de la Unión Cristianodemócrata (CDU) para otra gran coalición con los socialdemócratas. Y también encarriló su sucesión con la elección de Annegret Kramp-Karrenbauer, fiel a su línea, como secretaria general del partido.
Apenas 27 de los 975 delegados reunidos ayer en Berlín se expresaron en contra de reeditar la gran coalición. Luego siguió la elección, en voto secreto, de la secretaria general, con el 98,8% a favor de la propuesta de Merkel. La candidatura de Kramp-Karrenbauer, también conocida como AKK, la lanzó una semana atrás la propia canciller, aparentemente ansiosa de marcar la sucesión al frente del partido, cuyas riendas tomó en el año 2000.
La elección de AKK tiene que ver con la crisis que atraviesan los conservadores, que han perdido muchos de sus seguidores del ala más conservadora en el último tiempo. Además, la principal potencia de Europa atraviesa una crisis económica y la impugnación, por parte de la sociedad, de las políticas llevadas adelante por Merkel, como la migratoria, y el crecimiento de los partidos neonazis.
El congreso arrancó con un discurso de Merkel defendiendo el pacto de la coalición consensuado entre su bloque conversador y el CDU, en el que ratificó su compromiso con el relanzamiento de Europa. Fue un discurso cargado de autocrítica. Admitió sin reservas los decepcionantes resultados obtenidos en las elecciones generales del pasado septiembre, un 33%, el peor resultado para su bloque desde 1949, con casi un millón de votantes que optaron por la extrema derecha.
“No podemos quedarnos en la decepción ante los resultados, sino que debemos pensar en por qué ocurrió eso”, añadió, tras aludir a la paradoja que ello supone en un país que es modelo de solidez económica. Merkel subrayó la necesidad de recuperar la confianza del ciudadano y lanzó una llamada a favor de la renovación del partido, tarea que le corresponderá a AKK.
La futura sucesora de Merkel asumió como propio ese mensaje y llamó al partido a la cohesión y a tomar iniciativa. “Tenemos que dar respuestas al ciudadano, al empresario, al trabajador, a las madres y a los padres”, afirmó la nueva número dos del partido, para quien corresponde a la CDU ese cometido, en lugar de “resignarse a ceder terreno a la ultraderecha”.
Iniciar el camino del relevo era, además, una forma de atender las llamadas internas a la renovación, cuestión en la que coinciden tanto el ala leal a la canciller como quienes vienen reclamándole un perfil más conservador. A pesar del alineamiento político centrista y la similitud de estilo entre estas dos mujeres, AKK defendió en algunos momentos posiciones más conservadoras. Se opuso al matrimonio igualitario y si bien apoyó la política migratoria de Merkel, luego estuvo a favor de endurecer los controles para determinar la edad de los refugiados que se declaran menores.
Merkel también incluyó al futuro ministro de Sanidad, Jens Spahn, un ambicioso político de 37 años y el más crítico de su línea, entre los seis ministros que corresponde designar en el próximo gobierno. Solo dos, Ursula von der Leyen, en Defensa, y Peter Altmaier, en Economía, estuvieron en anteriores Ejecutivos federales. El resto son rostros nuevos, lo que fue interpretado como otro claro gesto de Merkel hacia quienes reclaman renovación, tanto en el partido CDU como en el Gobierno, en lugar del tan criticado continuismo. ■