Europa mira con atención las elecciones, asustada por el auge del extremismo
Teme que por la falta de mayorías, Italia -la tercera economía de la región- se vuelva ingobernable.
La Unión Europea vuelve a jugarse su futuro inmediato y su estabilidad en unos comicios italianos cargados de incertidumbre. La hipótesis de que la tercera economía de la Eurozona se vuelva ingobernable por falta de mayorías o de la toma del poder por los populistas del Movimiento 5 Estrellas provoca sudores fríos en Bruselas.
En los pasillos de las instituciones europeas no se ignora que la mitad del voto (Movimiento 5 Estrellas, Liga Norte y Hermanos de Italia) en un país fundador de la UE podría ser eurófobo.
Desde la “capital” europea se apuesta por un escenario de gran coalición entre los socialdemócratas del ex primer ministro Matteo Renzi y los conservadores del “resucitado” Silvio Berlusconi. El problema es que, de creer en los sondeos, esa coalición no tendría apoyos suficientes.
Bruselas además mira con puro pánico la posibilidad de que la ultraderechista Liga Norte de Mat- teo Salvini consiga ser la primera fuerza por delante de las huestes de Berlusconi.
La única voz autorizada en Bruselas para meter el dedo en el ojo de la campaña electoral italiana fue la del presidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker, que ya dijo la semana pasada que Europa debería prepararse “para el peor escenario” y para “una reacción fuerte” por parte de los mercados financieros.
Juncker dijo el 22 de febrero que estaba “más preocupado por el resultado de las elecciones italianas que por el referéndum interno del SPD”, en referencia a que este domingo los mi- litantes socialdemócratas alemanes deben validar la “gran coalición” con los conservadores de Ángela Merkel.
La intromisión de Juncker fue corregida de inmediato por los servicios de prensa de la Comisión Europea, que el mismo día emitieron un comunicado –en italiano- en el que decían que Juncker confiaba en que Italia “siga siendo un actor central en Europa”.
El mensaje, sin embargo, no sorprendió a todos los italianos. “No comprendo el alboroto por los comentarios de Juncker. ¿No es lo que dice todo el mundo?”, apuntó la co- presidenta de los Verdes europeos, Monica Frassoni.
La deriva italiana es tan profunda que quien fuera un apestado terminó por convertirse en una apuesta de estabilidad y europeísmo. Silvio Berlusconi, unido a la ultraderechista Liga Norte, podría ser un mal menor ante el peor escenario que se teme en las instituciones europeas: una mayoría entre la propia Liga Norte y los populistas del Movimiento 5 Estrellas. Berlusconi podría ser ahora la salvación europea de Italia después de que en 2011, en plena crisis financiera y con la ayuda de la presión del Banco Central Europeo, la alemana Ángela Merkel y el francés Nicolas Sarkozy lo empujaran a la dimisión para dar paso a un gobierno “tecnócrata” dirigido por el ex comisario europeo Mario Monti.
Condenado e inhabilitado para cargos públicos, Berlusconi parece querer impulsar como primer ministro al presidente del Parlamento Europeo Antonio Tajani. Una alternativa que se ve con buenos ojos en Bruselas. Además de presidir ahora la Eurocámara, Tajani fue comisario europeo durante 10 años.
Un informe del Instituto Jacques Delors, dirigido por el ex primer ministro italiano Enrico Letta, asegura que los italianos se sienten abandonados por la Unión Europea. Sobre todo en lo que respecta a la gestión de los flujos migratorios y las políticas económicas. En 2012, el 29% de los italianos creía que su país estaría mejor fuera de la UE. Hoy esa tasa llega al 46 por ciento. ■
La deriva italiana es tan profunda que ahora Berlusconi aparece como el salvador.