Puigdemont quiere a un preso como presidente de Cataluña
Mariano Rajoy ha reaccionado con una tajante oposición a que Carles Puigdemont imponga como candidato en una sesión de investidura a Jordi Sánchez, preso en una cárcel de Madrid. Es uno de los principales protagonistas en el amplio proceso contra los ex miembros del Ejecutivo destituido con reproches penales de hasta 30 años de cárcel.
El delegado del Ejecutivo en Cataluña, Enric Millo, afirmó ante la posible candidatura de Jordi Sánchez que “la aplicación del artículo 155 de la Constitución (que avala la intervención del gobierno en la autonomía) que solo finalizará cuando el presidente del Parlamento, (Roger Torrent) de Esquerra Republicana, proponga una candidato que cumpla con los requisitos y pueda ser elegido”. Añadió que “no hay voluntad de facilitar las cosas”.
Rafael Catalá, ministro de Justicia, también señaló que es “inimaginable” pensar en un presidente de un gobierno autonómico “que está huido de la justicia y fuera de España”. Además, precisó, es “difícil” pensar en un presidente autonómico que está en prisión y “no puede ejercer sus funciones” en alusión a Jordi Sánchez.
El favorito es el principal dirigente de la mayor organización popular no partidaria, la Asamblea Nacional Catalana, con un patrimonio de 55 millones de euros, que es la principal fuente de financiación de Puigde- mont y los otros cinco prófugos de la justicia y las grandes actividades de los secesionistas.
Puigdemont y Esquerra anunciarán el acuerdo sobre Jordi Sanchez hoy. Mañana jueves se realizará la primera sesión del Parlamento catalán donde se debatirán cuatro propuestas: tres de organizaciones constitucionalistas que piden “desbloquear” la parálisis institucional mediante un normal funcionamiento de la asamblea parlamentaria, que lleva sin reunirse desde que se constituyó, después de las elecciones.
Lo más probable es que la mayoría absoluta de los separatistas rechace estas iniciativas de Ciudadanos, Socialistas y Populares. Los dos primeros ya han presentado recursos al Tribunal Constitucional para que los ampare para poder ejercer el cargo de legislador para el cual han sido elegidos. Pero la iniciativa que sí puede ser aprobada por mayoría absoluta es la presentada en solitario por Juntos por Cataluña, liderados por Puigdemont. En la propuesta se lo reconocerá como “presidente legítimo” y una declaración de apoyo en donde también se hablará del prófugo de la justicia como “presidente en el exilio”. Más complicada es la escenificación, una ceremonia por todo lo alto en Bruselas, de Puigdemont proclamado como “presidente legítimo en el exilio”. Lo que realmente importa es contestar con un nombre a la sencilla pregunta: ¿quién manda? Puigdemont no tiene ninguna duda que desde su trono en Bruselas será quien domine el gobierno autonómico y la calle, importantísima, con la ayuda del número dos de su lista, Jordi Sánchez, líder de Asamblea Nacional y estrecho aliado Jordi Cuixat, de la tradicional Omnium Cultural quien comparte madrileña celda. ■