Clarín

Racing y un Lautaro imparable que pide pista para el Mundial

Metió los tres primeros goles, fue imparable para Cruzeiro y desató la euforia de los hinchas que pidieron su llamado a la Selección y celebraron el quinto triunfo al hilo.

- DANIEL AVELLANEDA davellaned­a@clarin.com

Martínez, bajo la lupa de Sampaoli, marcó tres goles en la victoria ante Cruzeiro en Avellaneda: 4-2 en el debut por la Copa Libertador­es. Completó Solari. El equipo de Coudet ya venía de ganar cuatro partidos consecutiv­os en la Superliga.

El mensaje de la tribuna baja en cada volver a empezar, esas gargantas cargadas de ilusión. “Este el año, Academia”, se canta en el Este y el Oeste, en el Norte y en el Sur del Cilindro. ¿Será? Son 32 equipos, muchos de ellos campeones y con historia. ¿Por qué Racing podría coronar en un torneo que sólo ganó una vez, hace ya medio siglo? No hay certezas, está claro. Sin embargo, es imposible no soñar con este equipo que ataca, que es voraz, que somete a una presión asfixiante a su rival y que tiene a uno de los mejores proyectos del fútbol nacional, Lautaro Martínez.

Sí, hay razones para ratonearse con una gran actuación en la Copa en este rincón de Avellaneda. Sobre todo, después de vencer a Cruzeiro, un adversario de jerarquía, que venía dulce en el torneo estadual. Es la quinta victoria en cadena de Racing, cuatro en la Superliga, una en esta Libertador­es que empieza a alumbrar su fase de grupos. Sobran los motivos para proyectar esperanzas. También, algunas dudas que Eduardo Coudet deberá disipar con mucho trabajo. Un arquero que duda, una defensa que tiene que ajustar el retroceso, un mediocampo con poca contracció­n a la marca. Defectos a pulir, está claro. Ahora, mientras su ataque siga siendo tan poderoso, todo será más fácil.

Adicto a la pelota, Racing se planta en el campo de Cruzeiro y presiona. Acorrala a su rival. Es el protagonis­ta de un partido que puede marcar el rumbo del grupo. Le encanta el vértigo a la Academia que conduce Eduardo Coudet, vaya a saber desde que rincón del estadio porque la Conmebol no le permitió sentarse en el banco. Sin embargo, encuentra sus mejores posibilida­des cuando Neri Cardozo, el cerebro celeste y blanco, hace una pausa y piensa. Y es a través del balón detenido cuando saca ganancia. Así terminó ganando el primer tiempo. Por el ejecutante, claro. Y por Lautaro, el chico maravilla, ese pibe que vale millones de euros, que tiene un inexorable destino europeo pero no esconde la pierna.

Tendrá que ajustar las marcas Racing. Y el retroceso. Porque Renzo Saravia es muy punzante cuando ataca, pero necesita redoblar esfuerzos cuando defiende. Por su sector generó peligro Cruzeiro. Y por ahí se filtró Egidio para mandar un centro que sobró a Juan Musso y encontró a Daniel De Arrascaeta en la puerta del arco, sin oposición, para cabecear al gol. Responsabi­lidad del joven número uno que está en plena etapa de aprendizaj­e, que muestra virtudes bajo los tres palos, pero tiene dificultad­es en el juego aéreo y con los pies. El área chica es propiedad del arquero. Y ofreció ventajas.

Fue el empate de los brasileños que no se pusieron en ventaja porque Musso tuvo dos atajadas reivindica­torias y el poste se lo negó a De Arrascaeta. Antes, Racing había mostrado mucha predisposi­ción para atacar, aunque sin tanta precisión. Era prolijo en la salida con los dos Neris, Domínguez y Cardozo, desequilib­rante por las bandas, sobre todo con Saravia, pero poco efectivo en la zona de definición. Y Ricardo Centurión buscaba el firulete antes que el pase simple. Entonces, la Academia dominaba, pero pesaba poco arriba, muy a pesar de su dupla ofensiva.

Hasta que Cardozo metió un centro fantástico, Martínez anticipó y gritó el gol. Pareció offside de Lisandro, que intentó buscar la pelota y desorientó a Rafael. Y después de las zozobras, hubo otro tiro libre, una falta sobre Lautaro que dejó dudas. Roldán, el árbitro del VAR en Lanús-River, cobró infracción. Y la jugada preparada terminó en el 2 a 1 gracias a la participac­ión de Domínguez. Justo cuando más apretado estaba Racing.

En el segundo tiempo, Racing pasó de acariciar el tercero con un cabezazo de Licha que tapó Rafael a sufrir por un disparo de Rafinha en el travesaño. Y cuando parecía que Cruzeiro lo tenía contra las cuerdas, fluyó Cardozo. Y Rafael mandó un remate cruzado de Lautaro al córner. De ese tiro de esquina que disparó Centurión llegó el hat-trick del pibe bahiense, el que llevó tranquilid­ad, toda esa que se disipó con el fantástico tiro libre de Robinho.

Entró Solari. Y Centurión, esta vez, fue generoso. Y marcó el cuarto. La expulsión de Saravia fue una pequeña mancha. Mínima en este estadio repleto de hinchas y de ilusión. ■

 ?? MARCELO CARROLL ?? Figura. Lautaro Martínez fue una pesadilla para los brasileños.
MARCELO CARROLL Figura. Lautaro Martínez fue una pesadilla para los brasileños.
 ?? MARCELO CARROLL ?? Toro. Pura potencia hasta en la celebració­n de los goles. Martínez volvió a ser decisivo para Racing ante un bravo Cruzeiro en el debut de la Copa Libertador­es.
MARCELO CARROLL Toro. Pura potencia hasta en la celebració­n de los goles. Martínez volvió a ser decisivo para Racing ante un bravo Cruzeiro en el debut de la Copa Libertador­es.

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