Los bonos con cláusula gatillo seducen al mercado: colocan $ 58.000 millones
Se emitieron dos títulos en pesos atados a la inflación. Fuerte interés de inversores del exterior.
La deuda en pesos ajustada por inflación sigue generando entusiasmo entre los inversores, locales y del exterior. El ministerio de Finanzas que conduce Luis Caputo cerró ayer una colocación de dos papeles a dos y cinco años de plazo por un total de 58.000 millones de pesos.
Con esta colocación, el Gobierno ya logró, cerrado el primer bimestre del año, fondos por el equivalente a unos 15.400 millones de dólares, es decir algo más de la mitad de los 30.000 millones de dólares (en pesos y en dólares) que necesita para financiar el déficit fiscal de este año.
Uno de los bonos colocados ayer vence en 2020 y ofrece una cláusula gatillo: se pagará lo que resulte más alto entre un interés del 1,6% mensual (equivalente a un 21% anual) y un 4% anual por sobre la actualización de capital por el Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER). Esto implica que si la inflación es del 16,3% o más, el bono paga un 4% por sobre la inflación (una especie de retorno mínimo garantizado) y si la inflación es menor al 16,3%, paga un 21% anual.
Como el bono se emitió sobre la par (los inversores pagaron por encima de su valor nominal) la tasa real fue del 19,93%.
El mecanismo se aplica para cada uno de los dos años de duración del bono: es decir que si en el primer año del bono la inflación es superior al 16,3%, se actualiza por CER + 4%; pero si en el segundo año la inflación es menor, el interés de ese segundo año es del 21% (resultado del 1,6% mensual acumulado durante esos 12 meses).
Las propuestas acercadas por los inversores demostraron que este bono con cláusula gatillo resultó más atractivo: se presentaron ofertas por 68.000 millones, que superaron por mucho el cupo de $ 30.000 millones, el monto que finalmente fue adjudicado.
El segundo bono, que vence en 2023, es más sencillo: actualiza capital por CER y paga cada seis meses un interés equivalente al 4% anual sobre ese monto actualizado, es decir que a la inflación del año le agrega un interés del 4%.
Para este papel, denominado BONCER 2023, las ofertas fueron de $ 29.000 millones y se adjudicaron $ 28.300 millones con un precio de corte de $ 992,50 por cada $ 1.000 de valor nominal. Dado que el precio de corte resultó bajo la par, el retorno real termina siendo un poco mayor.
El plan del ministerio de Finanzas es que al menos el 60% de los fondos necesarios para financiar el déficit mediante emisión de deuda provengan de nuevos bonos denominados en pesos, aunque se puedan suscribir -como estos papeles- en dólares. Así, disminuirían los riesgos de refinanciamiento ante una escalada de las tasas de interés en EE.UU. ■