Flores, lágrimas y un duro regreso a clases en la secundaria de Florida
Conmovidos por el apoyo de la comunidad y emocionados por el recuerdo de sus compañeros muertos, miles de estudiantes retomaron ayer las clases en la escuela Marjory Stoneman Douglas, en la ciudad estadounidense de Parkland, donde se produjo el tiroteo hace dos semanas donde murieron 14 adolescentes y tres docentes.
“No los olvidamos”, lanzó Angie González, de 17. “No tenemos otra opción que seguir adelante. Estamos tristes, pero queremos que esto se convierta en un cambio definitivo para evitar que otros pasen por lo mismo. Nos queda entrar y volver de alguna forma a nuestra rutina”, agregó.
Marjory Stoneman Douglas (MSD) no volverá a ser la misma escuela. El pasado 14 de febrero, en el Día de San Valentín, el ex alumno Nikolas Cruz, de 19 años, abrió fuego con un fusil AR-15 en uno de sus edificios, provocando la masacre.
Han transcurrido 14 días pero el dolor y la tristeza siguen latentes en un ambiente en el que todavía rondan las preguntas y la impotencia. “Mi mente está con esos 17 padres y ma- dres que perdieron a sus hijos. No puede existir explicación para entender por qué”, dijo Marlen Marin, una de las madres, en medio de lágrimas.
Los más de 3.200 alumnos del establecimiento que hace dos semanas evacuaron con desconcierto y miedo las instalaciones regresaron este miércoles con expectativa tras lo sucedido. Esta semana, el horario será flexible y el reencuentro entre estudiantes y profesores se basará en reafirmar los lazos y honrar a quienes ya no están.
El ingreso oficial fue a las 8, pero desde antes del amanecer las puer- tas de la escuela estuvieron abiertas con profesores, padres de familia y voluntarios dispuestos a apoyar a los adolescentes que regresaron.
“Bienvenidos de vuelta” fue la frase que decenas de policías de diferentes ciudades del condado de Broward, en el Estado de Florida, pronunciaron durante su ingreso en una especie de calle de honor hecha a la entrada de la institución.
Cientos de niños y jóvenes de entre 14 y 18 años entraron caminando a la escuela y fueron fuertemente custodiados por policías de varias ciudades de Broward, condado al que pertenece Parkland. Un padre entregó flores a cada uno con el fin de manifestarles su respaldo. Otro tanto ingresó pacientemente en una larga fila de autos con el mensaje “Nunca más” en sus vidrios.
El rector de la institución, Ty Thompson, se encargó personalmente de recibir con abrazos y mensajes positivos a sus alumnos. “Sé el cam- bio que quieres ver en el mundo”, se leyó en un aviso instalado justo en la entrada al campus.
Un burro, dos ponys y “Jelly” la cabra llamaron la atención de los estudiantes. Decenas se acercaron a acariciar a los animales que viajaron desde un rancho cercano. “Los animales son una terapia para cualquiera y quisimos estar presentes con ellos aquí. Tener amor en medio de la tragedia es un gran alivio”, dijo Jakkie Thomas, dueña de los animales.
La matanza sacudió tan profundamente a los estudiantes que iniciaron un movimiento político para reclamar leyes más rígidas contra la posesión de armas, pese a que esto implica luchar contra poderosos lobbies. El movimiento “Marcha por nuestras vidas”, creado por varios sobrevivientes, ya cuenta con más de tres millones de dólares de fondos para una marcha nacional convocada para el próximo 24 de marzo, que busca una reforma en la legislación. ■