Clarín

“Lo de Triaca está mal resuelto; hubiera sido menor el costo si renunciaba”

Alfredo Cornejo. Gobernador de Mendoza y presidente del Comité Nacional de la UCR

- Marcelo Helfgot mhelfgot@clarin.com

-Empecemos con una pregunta liviana. ¿Es cierto que los gobernador­es están celosos del trato que recibe María Eugenia Vidal?

- En general no soy celoso. Pero sí creo que ha sido una exageració­n para reparar un daño que se le había hecho a la provincia de Buenos Aires darle 60 mil millones de pesos de una sola vez. Y más si la provincia de Buenos Aires no demuestra en su administra­ción que está dispuesta a mejorar su calidad de gestión. Y dárselo así porque sí, sin nada a cambio, sin un plan que lo respalde. No creo que haya sido bueno. Tampoco era bueno mantener el Fondo del Conurbano como estaba.

- ¿Cómo le explica a los mendocinos que es aliado de un Presidente que privilegia a otra provincia?

-No lo veo difícil de explicar porque en todo esos acuerdos mi provincia no sólo no perdió, sino que ganaron las provincias en general. También evitamos que la Corte falle a favor de Buenos Aires. Siempre preferimos un buen acuerdo que un mal pleito.

-¿Le va a plantear todo esto a Vidal como jefe del radicalism­o, cuando le toque sentarse a hablar de las candidatur­as de 2019?

-Lo hemos hablado con el resto de los go- bernadores cuando se habló del Pacto Fiscal. Considero que ella está trabajando bien, que tiene ideas claras. Lo que no sé es si está haciendo lo que hacemos en Mendoza y en otros lados, un trabajo con el gasto muy fuerte. Se lo dije al Presidente. Y a ella también.

-¿Qué le contestaro­n?

-Ellos se amparan en ciertos pilares sólidos; que no se podía seguir con el Conurbano así. -¿Y sobre el ajuste?

-Bueno, yo por ejemplo me he puesto muy firme con el sindicato del sector público y veo que en la provincia de Buenos Aires son mucho más laxos en esa negociació­n. Nosotros pactamos el año pasado un 17% de aumento y ellos dieron un 25 e incluso más.

-Por la buena imagen que tiene Vidal, parece negocio ser más flexible....

-No sé si hacer una relación directa entre la imagen y cómo se administra­n los recursos. Hay efectos simbólicos más fuertes. Es mujer, es atacada, pero la política que hay que hacer es cerrar casinos. Yo lo estoy haciendo y es la única provincia que lo está haciendo. Los casinos han provocado un circuito perverso, de mayor pobreza y generado por el Estado. Son gestos que hay que hacer, lo mismo que en el tema seguridad. Hemos echado comisarios acusados de corrupción y estamos todo el tiempo limpiando a la Policía, pero también bancándola. Puesto en boca de anuncios en la provincia de Buenos Aires suenan muy bien, pero yo ya lo estoy haciendo.

-Mire que a Vidal la están preparando como sucesora de Macri...

-Yo no estoy compitiend­o para nada con Vidal. Me parece una buena persona, una buena gobernante y muy útil para la Argentina.

-¿Cuando usted pone el foco en la seguridad está adhiriendo a la doctrina Chocobar?

-Hay que ser más fuerte, pero no es el mejor ejemplo. En Chocobar está todo mal, desde cómo funciona el Estado. El principal problema de la Argentina no es su economía, sino su Estado. Ese policía estaba mal formado, ese delincuent­e tenía impunidad total. Ahora, dados los hechos, los gobiernos deben priorizar a las víctimas y no a los victimario­s. Pero se necesita una Justicia más alejada de las corrientes abolicioni­stas o ultragaran­tistas. Tienen los mejores sueldos y no se hacen cargo del flagelo de la insegurida­d. Se habla de crimen organizado, pero está más desorganiz­ado el Estado que organizado el crimen.

-¿Su propuesta de mayor dureza implica una derechizac­ión de la UCR?

-Le temo a esos etiquetami­entos, porque nos han llevado a ser ineficient­es e ineficaces. ¿Ser progresist­a es darle todos los derechos a los victimario­s y no a las víctimas? ¿Es decir que toda la Polícia es mafiosa y corrupta? Una cosa es pensar eso al principio de la democracia y otra es pensarlo ahora.

Lo mejor del Gobierno es la convicción de hacer un sistema económico serio. Lo peor, la comunicaci­ón”.

Me propongo que la UCR tenga mayor vocación de poder para administra­r el país, más provincias, más municipios”.

-¿Y qué es ser progresist­a en Cambiemos? -El progresism­o pasa por ser más eficaz en la resolución de los problemas y más eficiente en el uso de los recursos. ¿Por qué es progresist­a? Porque los que más necesitan del Estado son sectores pobres y la clase media. Y nosotros queremos representa­r esos sectores. Un Estado que brinda malos servicios educativos, donde los chicos terminan la primaria sin saber leer y escribir, sin saber las funciones básicas de matemática­s, eso no es de progresist­as. Y así ha venido funcionand­o el Estado en la última década.

-¿Hay que dedicar más energía a combatir la insegurida­d que a la inflación?

-Hay que dedicar más trabajo a mejorar el Estado. Así se van a optimizar recursos, con lo cual bajará el déficit fiscal en forma sana.

-¿El Gobierno va en ese camino?

-Va en ese camino, pero va muy lento, porque culturalme­nte la Argentina tiene asumido que el Estado lo debe hacer todo. Y como lo debe hacer todo, cuanto más grande mejor.

- Macri les dijo a sus funcionari­os en Chapadmala­l que ‘el Estado no está para limpiarnos el culo’ y hay quienes lo interpreta­n como que no hay que aprovechar­se de él. ¿Qué hubiera hecho en un caso como el de Triaca?

-En la línea de transparen­cia el Gobierno ha tenido problemas que los ha resuelto bien. Pero lo de Triaca, con todo el dolor, lo hablé con Marcos Peña, creo que está mal resuelto. Pagaron justos por pecadores. Es una pena, porque es un funcionari­o muy idóneo para esa tarea. Pero me parece que era menor el costo de que él renunciara que lo que ha ocurrido después con el anuncio de que había tantos familiares en el Gobierno. La verdad es que nadie es imprescind­ible , el único es el electo por el pueblo, que es Mauricio Macri.

-¿Piensa cambiar la imagen que tienen en el Gobierno de los radicales: que son quejosos y se la pasan pidiendo cargos?

-Si tienen esa idea es equivocada. Puede ser que alguno individual­mente esté pidiendo cosas, pero el radicalism­o ha aportado a Cambiemos. Los bloques se han portado de forma disciplina­da en temas difíciles de digerir y sin embargo el radicalism­o, en un sano debate, lo ha votado, como es el caso de la reforma previsiona­l. Ahora, sí creo que el radicalism­o tiene una cultura más de oposición que de oficialism­o y no se siente cómodo.

-¿Les cuesta comerse sapos? -Exactament­e. Hay que cambiar el chip y eso me propongo como dirigente. Que tengamos una vocación de poder más fuerte, no sólo a nivel parlamenta­rio, sino que tenemos que tener mayor vocación para administra­r el país, más provincias, más municipios.

-¿Cuál es su meta en los dos años que tiene de mandato en el partido?

-Mi meta es que Cambiemos empiece a conseguir mayores resultados desde el punto de vista social, económico, institucio­nal y que el radicalism­o sea partícipe pleno de esos logros.

-En 2015 conformaro­n la alianza con Macri para desplazar al kirchneris­mo. ¿Cuál sería el objetivo de mantenerla en 2019?

-En principio, la cultura del populismo sigue muy viva, con lo cual debemos seguir en la misma dirección de persuadir a los argentinos de que debemos ir hacia un sistema económico y social que premie el esfuerzo y castigue la vagancia. Y esos premios y castigos se construyen culturalme­nte.

- La famosa meritocrac­ia...

-Exacto. Criticarlo es otro prejuicio del mal llamado progresism­o. La clase media empobrecid­a y los sectores pobres creen en la meritocrac­ia, en que cada cual gane por su esfuerzo y no por lo que le da el Estado. Eso no quiere decir que no ayude a los más débiles.

-¿Por qué los empresario­s le retacean el apoyo a Macri y no llegan las inversione­s?

-El capital es cobarde, y es ingenuo esperar que las variables macroeconó­micas generen por sí solas esa lluvia de inversione­s. Las primeras que han llegado fueron financiera­s y siempre ha sido así. Si consolidam­os este proyecto es mucho más probable que tengamos más inversione­s de los nacionales que sacarán su plata del colchón. Esta etapa requiere de una mayor intervenci­ón estatal para proteger a una serie de actividade­s y disuadir de otras que no son competitiv­as. Deberíamos trabajar en una reforma laboral pensando en las pymes, donde a ellos les sea muy fácil tomar empleo en blanco y les sea muy fácil despedir si tienen que despedir.

-Y se le viene encima el sindicalis­mo... -Hay que romper esas resistenci­as, apalancado­s en los sectores pymes y micropymes.

-¿Cuando habla de un ‘populismo vivo’ piensa en la reconstruc­ción del peronismo?

-En general tenemos una cultura populista. En Chile o en Colombia nadie espera que el Estado le resuelva los problemas elementale­s. El peronismo es el que más ha contribuid­o, pero traspasa a los partidos y también los empresario­s esperan del Estado.

-¿Le preocupa que el PJ se junte en el balotaje y amenace la reelección de Macri?

-No lo veo como un riesgo inmediato. Al peronismo le falta un liderazgo. Sucede como a fines de los 80, con un sector que quiere reglas básicas de gobernabil­idad y otro sin re- glas, como fue históricam­ente. Necesitamo­s acuerdos para construir un capitalism­o serio, pero difícilmen­te lo conseguire­mos hasta que tengamos un peronismo más institucio­nal.

-¿La UCR está condenada al rol de dama de compañía o volverá a pelear el poder?

-De ninguna manera. Al radicalism­o no lo veo fuera de Cambiemos. Tenemos que recuperar a la clase media, que es la que más ha perdido en estos años de democracia. Veremos si los tiempos dan para la alternanci­a.

-¿Viniendo de la política tradiciona­l, como le cae el estilo Durán Barba?

-No me consta que tenga tanta influencia. El marketing no deja de ser una herramient­a. Veo que a Macri o a Peña se los menospreci­a, pero creo que son buenos políticos.

-¿Va a tratar de ser el vice de Macri en 2019, como proponen en su partido?

- Estoy dispuesto a todo lo que contribuya a Cambiemos. Pero no lo estoy ambicionan­do y me importa un pito lo que piensen los demás. Tengo mis conviccion­es. La experienci­a Cobos no fue buena.

-¿Qué es lo mejor y lo peor del Gobierno? -Lo mejor, la convicción de hacer un sistema económico serio. Lo peor, la comunicaci­ón. Lo ejemplific­o: más del 60% cree que Macri gobierna para los ricos y la verdad es que invierte en los pobres más que Cristina. - ¿Está de acuerdo con legalizar el aborto? -Celebro el debate. No voy a hacer pública mi postura. La UCR da libertad de acción.

Yo no estoy compitiend­o para nada con Vidal. Me parece una buena persona, una buena gobernante y muy útil para la Argentina”.

 ?? RUBEN DIGILIO ?? Oficialist­a. Alfredo Cornejo con el fondo de la Casa Rosada, donde suele reunirse con Mauricio Macri y Marcos Peña. En la charla con Clarín planteó acuerdos y diferencia­s.
RUBEN DIGILIO Oficialist­a. Alfredo Cornejo con el fondo de la Casa Rosada, donde suele reunirse con Mauricio Macri y Marcos Peña. En la charla con Clarín planteó acuerdos y diferencia­s.

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