Incertidumbre y dudas dominan las cruciales elecciones italianas de hoy
La derecha ganaría en el norte y el populista 5 Estrellas en el sur. Pero no es claro cómo se formará el gobierno.
Aunque la incertidumbre sigue dominado el panorama de las elecciones generales de hoy en Italia para renovar el Parlamento de 630 diputados y 315 senadores, algunas tendencias se filtran. El director del diario La Repubblica de Roma, Mario Calabresi, señaló que crece el consenso hacia el Movimiento 5 Estrellas en forma decisiva en el sur. En las prósperas regiones septentrionales es el líder xenófobo de la Liga Norte, Matteo Salvini, el que registra avances importantes. Calabresi no cita fuentes pero es claro que se apoya en sondeos que se realizan en forma privada sin publicar los datos, algo prohibido en las últimas dos semanas de campaña electoral.
En el centro de la atención están las tres fuerzas que dominan el panorama del poder. El Movimiento 5 Estrellas, conocidos como grillinos por su fundador, el cómico genovés Beppe Grillo, es el primer partido del país (27-29%). Promete reunir hoy 40% del sufragio, mínimo indispensable para hacer un gobierno solos. En privado se conforman con “más de 30%, un tercio del electorado”.
En la centroderecha, para Silvio Berlusconi sería desastroso si su socio Salvini, saca un voto más que su partido Forza Italia. El último sondeo concedió 17-18% a Berlusconi y 13-14% a la Liga Norte. La coalición, con otras fuerzas, trepa a 37%. Entre ambos se juegan una segunda rivalidad, la preponderancia en la coalición de la destra. Berlusconi, que no puede ser candidato, procesado por fraude fiscal, propone al presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, mientas que Salvini hace discursos en los que dice que será el premier.
Más allá de grillinos y derechistas, al tercero en discordia no le va bien. El gobernante partido Democrático contaría con 22-23% del voto con tendencia hacia abajo. Pero su menguado líder, Matteo Renzi, apuesta a un resultado que le de más de cien diputados y senadores para mantenerse como uno de los protagonistas del poder italiano. Un escenario concreto es que debido a los meandros retorcidos de la ley electoral, de las elecciones de hoy, a las que han sido convocados 46 millones de ciudadanos (otros 4 millones ya votaron por correo en el exterior), no emerja un ganador. Esa ley establece que dos tercios de los legisladores serán consagrados por listas proporcionales y el tercio restante por colegios uninominales. Con este mecanismo, es obligatorio que las fuerzas negocien alianzas poselectorales. En caso contrario, el presidente Sergio Mattarella podría constatar que la situación está bloqueada y convocar nuevamente a elecciones. Este cuco ha sido agitado por los medios y los mismos políticos. ¿Es esta la situación?
Clarín habló con algunos vetera- nos legisladores. El diputado italo-argentino Ricardo Merlo, recién llegado de Buenos Aires, donde milito para un cuarto mandato, esta vez como senador, opinó que tras las elecciones comienza un proceso distinto. “Las campañas electorales son agotadoras y caras, no creo que los parlamentarios de la nueva Legislatura (18ma. de la era republicana), acepten un Parlamento que dure unos meses. Aparecerán grupos y partidos con mucha flexibilidad para dar vida a un gobierno más duradero”.
Un veterano diputado centrista reflexionó: “Hay que recordar las elecciones de 2013, en las que el PD consiguió 25% de los votos y no tenía una mayoría estable en el Senado. Nadie lo hubiera jurado pero en esa situación raquítica se consolidó un proceso que cumplió su ciclo completo de cinco años, hasta estas elecciones con el partido Democrático en el gobierno”. Una senadora recordó que “tanto Renzi como Berlusconi aseguran que no harán acuerdos “non sancto” para gobernar juntos. Pero lo hicieron en 2014. El pacto estuvo en vigor hasta que se rompió por discrepancias en la elección de Mattarella”.
Italia tiene un régimen parlamentario. En las cámaras nacen y mueren los gobiernos con el voto de confianza. Ni el presidente de la República, con facultades limitadas, es elegido por voto popular sino por una asamblea legislativa. Se sabe que Mattarella seguirá las indicaciones del voto popular. El 23 de este mes se inaugura el Parlamento con la elección de los titulares del Senado y Diputados. A principios de abril comenzarán las consultas con los partidos, que ya se habrán ejercitado durante un mes en declaraciones, tratativas por arriba y debajo de la mesa, amenazas y concesiones. Mattarella, un veterano diputado democristiano, conoce a fondo el ambiente parlamentario. Si la situación no se desbloquea intentará formar un gobierno “del presidente” o “de unidad nacional” o “un gobierno de objetivo”. El principal: aprobar una nueva ley electoral pues con la actual gobernar es muy difícil. Teóricamente el Ejecutivo, siempre encabezado por el primer ministro Paolo Gentiloni, debería durar un tiempo limitado. Pero en los ambientes parlamentarios creen que si “in extremis” se logra formar un gobierno al borde del abismo, la vida de este Ejecutivo se prolongará. Claro que todo esta condicionado al responso hoy de las urnas que pueden dar una gran sorpresa. ■