El drama de repetir, un “fracaso” que es una nueva oportunidad
Si bien se veía venir, las bajas notas obtenidas durante el año preanunciaban un final poco feliz. Un hijo repite, un drama parece batirse sobre el núcleo familiar. Un drama que no es drama, un fracaso que es oportunidad. Hace ya algunos años que el denominado “fracaso escolar” se ha constituido en un problema de orden público, en especial por la amplia difusión de estadísticas sobre la interrupción, sobre la repetición y el abandono de la escolaridad por los adolescentes.
La repetición en sí misma es lo suficientemente traumática y no debería agregarse nada más. Pero la angustia de los padres y del alumno no termina en febrero, cuando dan la última materia mal y se confirman los presagios familiares; debe repetir. Ya que esto ocurre próximo al inicio de un nuevo ciclo escolar y con la decisión de muchas instituciones: “el que repite debe partir”. ¿Y si ningún colegio lo aloja? ¿No finaliza la escolaridad secundaria? ¿Cómo se resuelve si el nivel medio es obligatorio? ¿Repetidor y, al margen de la ley? ¿Qué habría sido de ellos si ninguna institución le brindaba la posibilidad de continuar? Resulta imprescindible convencer a los padres de que un hijo que repite merece una nueva oportunidad, y la función paterna/ materna es sostenerlo y alentarlo a continuar.
Vaya un homenaje para los docentes que con fervor, entusiasmo y compromiso luchan para llevar adelante a aquellos alumnos que atraviesan un momento difícil, y para aquellos chicos que “fracasen” en esta instancia de febrero y marzo, les ofrece una nueva oportunidad para reanudar el camino. Ricardo Delgado DIRECTIVO DOCENTE rdelga133@hotmail.com