Banfield se hizo fuerte adelante y atrás
Superó a Gimnasia con justicia y con goles del propio Cvitanich y Sperduti en el segundo tiempo.
Banfield se impuso en las dos áreas, donde se pierden y se ganan los partidos. Con unas pocas “moneditas” pero con la inteligencia de saber sacarle el jugo a cada centímetro del terreno, a cada circunstancia del juego, el ganador primero acertó con la pelota parada y después lo remató cuando Gimnasia se tiró hacia el arco de Arboleda. Así se quedó con una victoria justa, muy valiosa y festejada.
La característica saliente en la previa del partido fue la similitud estadística: mismos puntos, idéntica cantidad de triunfos (seis), empates (cuatro) y derrotas (ocho). Más parecidos, imposible. Así se supuso que someterían sus pretensiones en un previsible juego de espejos. La pregunta se impuso: ¿en la cancha se parecerían tanto? Por lo que pasó en el primer tiempo, sí. Los arqueros fueron protagonistas, el juego resultó parejo y bastante trabado, luchado, los creadores estuvieron desaparecidos y los delanteros, ausentes. Al final de esa etapa el punto para cada uno era justicia total. Claro, el local pudo desnivelar con ese penal que inventó Argañaraz por una supuesta falta de Rodríguez a Pereyra. Pateó bien Ale- man pero atajó de una manera brillante Arboleda, cruzando el brazo izquierdo. Ahí Gimnasia se desinfló, se cayó moralmente y su rival creció de a poco.
Aunque Julio César Falcioni no estuvo ayer en el banco de los suplentes (entró en la segunda etapa de su tratamiento por el cáncer de laringe), Banfield tiene su impronta. Se sabe que trabaja muy bien, que es austero y que le saca agua a las piedras. Y aplicó esa fórmula a rajatabla en La Plata. Le sacó provecho a la pelota parada y después sostuvo el juego, con el equipo retrasado y Cvitanich bien tirado arriba. Bertolo se lesionó en el primer tiempo, Píccoli metió a Sperduti en el medio, corrió a Linares y la estructura no se desarmó. Mantuvo su concepto.
Gimnasia se quedó en las intenciones. Por ser el local fue en la búsqueda del triunfo, tuvo su oportunidad, falló y se quedó sin fuerzas. Banfield esperó y cuando apareció la primera chance no falló: corner de Mouche desde la izquierda y cabezazo limpio de Cvitanich. Cuando Gimnasia buscó salvar las papas, lo liquidó: gran asistencia de Cvitanich entre los centrales, Sperduti se fue solito y no tuvo ningún inconveniente para superar a Alexis Martín Arias. ■