Neymar se ofreció al Barça, lo quiere el Real y para PSG vale 400 millones de euros
En Barcelona no tiene buen clima, en Madrid ya iniciaron gestiones y en París harán todo lo posible para que siga.
Todavía duran los ecos de la eliminación del Paris Saint-Germain en los octavos de final de la Champions League. El gran desafío de la temporada quedó roto ante el perfecto especialista en partidos decisivos: el Real Madrid de Zinedine Zidane. De nada servirá que, otra vez, el equipo de la capital francesa arrase puertas adentro de su territorio. La búsqueda de los dueños, la Qatar Sports Investments, era otra. Mostrarle al mundo que su PSG -el de las contrataciones de cifras obscenas- podía darle al fútbol galo su segundo campeón de la máxima competición continental, tras la conquista del Olym- pique de Marsella, en 1993.
En la prensa y en las tribunas del Parque de los Príncipes se observó la eliminación como un fracaso. Y las consecuencias comienzan a hacerse más visibles y más complejas. Ya se habla de un reemplazante para el técnico Unai Emery. Suenan José Mourinho y Diego Simeone.
La principal preocupación tiene un nombre que retumba por los rincones del mundo cada vez que se lo menciona: Neymar. Según publicó el diario catalán Mundo Deportivo, el futbolista le hizo saber al Barcelona -a través de sus amigos en el plantel blaugrana- que tiene deseo de regresar. El diario As, desde la capital española, reveló que el Real Madrid ya hizo gestiones secretas en París con el padre y representante del atacante (Neymar sin el Junior agregado).
Nasser Al Khelaifi, presidente del PSG, no quiere saber nada con que se vaya Neymar. No se trata de una cuestión económica, más allá de los 222 millones de euros de la cláusula de rescisión que pagó para llevarse al crack brasileño al fútbol de Fran- cia. Nasser -ex tenista profesional y hombre influyente en la familia vida política y económica de su paísquiere hacer todo lo posible para Neymar siga en el club.
Tiene dos estrategias para retenerlo: la de seducción y la de restricción. La primera, hacia el jugador; la segunda, hacia los pretendientes. Trascendió una cifra que parece impagable como posible monto de salida: 400 millones de euros.
El hombre nacido en Doha, de 44 años, sabe de situaciones difíciles. Asesoró a las principales autoridades de su país en el contexto del bloqueo que desde junio llevan adelante varios de sus vecinos del Golfo Pérsico, liderados por Arabia Saudita y Emiratos Arabes Unidos. Le está saliendo
bien: Qatar no luce consecuencias.
Con Neymar hay cuestiones que le cuestan resolver. El brasileño suele manejarse a su antojo. La operación a la que se sometió el sábado - en Porto Alegre- fue una decisión contraria al deseo del club. No le dijeron nada. Para evitar roces.
De todos modos, su salida no parece sencilla. Por lo económico. Pero también por lo afectivo. En Barcelona, los frecuentes habitantes del Camp Nou ya rompieron el idilio. Según una encuesta de Mundo Deportivo, el 67% de los hinchas no lo quiere de regreso. ¿Y si se va al Real Madrid asumirá su condición de nuevo Figo? ¿No le incomodará ser el destinatario de lo que llamarán “traición”?
En cualquier caso, no hay certezas con relación al futuro de Ney, luego de un Mundial al que llegará con lo justo. Ernesto Valverde, entrenador del Barça fue inequívoco en la conferencia de prensa: “Me parece una elucubración que no sabemos de dónde ha salido ni dónde va a terminar”. ■