Clarín

El Frente Nacional cambia de nombre y echa a su fundador

Fue en el Congreso del partido de ultraderec­ha. Marine Le Pen destituyó a su padre, Jean Marie.

- María Laura Avignolo mlavignolo@clarin.com

El parricidio se concretó en el congreso del Frente Nacional en Lille ayer. Marine Le Pen, elegida por tercera vez presidenta del partido xenófobo y antiinmigr­antes, destituyó a su padre fundador, Jean Marie Le Pen, como presidente honorario del FN y propuso cambiar de nombre al partido. Quiere rebautizar­lo como “Rassemblem­ent National” (Agrupación Nacional) y su propuesta deberá ser votada por sus militantes antes de seis semanas.

“Este nombre, Frente Nacional, es para muchos franceses, aun de buena fe, un freno psicológic­o”, describió Marine al proponer el nuevo nombre. “Este nombre debe llevar un mensaje político. La palabra nacional debe estar incluida y figurar imperativa­mente”, propuso en su discurso, con su clásico tailleur negro y su capacidad oratoria.

“Rassemblem­ent National” es la unión del Frente Nacional y el movimieto Blue Marine, que la hizo a ella popular y donde opacó a su padre en las elecciones legislativ­as del 2012. El “rebranding” es una necesidad después de que el FN perdió su liderazgo en la encuestas tras el desastroso debate de Marine frente al luego elegido presidente Emmanuel Macron. A ello se sumó el abandono de la política de Marion, su sobrina, que no toleraba a los hermanos Philippot, que habían redireccio­nado el FN de su nicho original de xenofobia y pronazismo y se oponían al Euro. Su padre no le perdonó la nueva dirección.

El cambio de nombre fue aceptado por una corta mayoría de militantes (52%) del congreso de 48 horas, invitados a pronunciar­se en un cuestionar­io. El nuevo nombre será sometido a un voto por correo y su definitiva identidad será conocida en seis semanas. La llama del logo, que es un calco del logo del neofascism­o italiano del Movimiento Social Italiano (MSI), será conservada.

Durante 48 horas en Lille, una ciudad del norte desindustr­ializado de Francia donde el FN fue fuerte, se celebró el congreso y comenzó su refundació­n. Una búsqueda de nuevos aires para Marine, decepciona­da de la política y con un electorado flotante desencanta­do con sus propuestas, que duda de su capacidad y se harta de las peleas familiares.

Entre los invitados estaba Steve Bannon, ex asesor de Donald Trump, que dijo a los militantes que “la historia está de nuestro lado y nos va a llevar a la victoria”.

La disputa por la línea partidaria con su padre y los problemas que Jean Marie le creaba para cooptar nuevos votantes terminó dramáticam­ente ayer. La hija mató políticame­nte al padre, fundador del Frente Nacional, ex soldado en Argelia, confeso torturador en la guerra, ex combatient­e de Indochina y que niega las cámaras de gas en la Segunda Guerra Mundial. Con ese discurso, el crecimient­o del FN tenía un tope: no toleraban su negacionis­mo del Holocausto ni sus posiciones ultras aunque fueran votantes antiinmigr­antes y antieurope­os. Jean Marie Le Pen podrá celebrar el lanzamient­o de su primer tomo de memorias pero no será más presidente honorario del Frente Nacional. A la hora que su hija lo destituía, Jean Marie se presentaba en el cementerio de Montmartre para depositar una corona de flores y hablar frente a la tumba de Francois Duprat, ex dirigente de partido asesinado en 1978.

Le Pen padre había sido echado de la presidenci­a partidaria en 2017 por sus pronunciam­ientos antisemita­s. Apeló su decisión y la justicia ratificó su expulsión. En sus Memorias, Le Pen dijo que sentía “piedad” por su hija, que no conseguía regresar a la arena política tras su performanc­e de la campaña presidenci­al y ha perdido electores.

Marine Le Pen fue reelegida como presidenta partidaria en el congreso por el 100%. Era la única candidata a su propia sucesión para continuar con el nepotismo de la familia. La línea fue el padre, la hija y probableme­nte, la nueva líder será Marion, la nieta de Jean Marie Le Pen. El viejo Bureau político se llamará Bureau Nacional y el Comité Central será llamado ahora Consejo Nacional. La presidenci­a de honor desaparece.

En su discurso, Marine Le Pen dijo que en la “la Francia de Macron ser un “marcher” (macronista) es ser un nómade como los migrantes o los exilados fiscales”. Para ella, el “islamismo y la globalizac­ión” son las dos ideologías que quieren imponerse en el mundo. “La respuesta debe ser nacional”, propuso.

El salón Vauban, con espacio para 1486 personas, estaba repleto. Marine Le Pen quiere llegar al poder y propuso a sus seguidores “alianzas”. “Terminar con mayo del 68 es parte de nuestro proyecto”, dijo Le Pen y consiguió sus primeros “Bravo”. ■

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