Trump confirmó su plan para armar y entrenar a profesores y voluntarios
Es para que puedan actuar en el ataque a una escuela como el de febrero, que causó 17 muertos en Florida.
La Casa Blanca dio a conocer ayer su plan para aumentar la seguridad en las escuelas, como respuesta a la ma- sacre ocurrida en febrero, en una secundaria de Parkland (Florida) en la que murieron 17 estudiantes. El proyecto propone el entrenamiento para armar a algunos profesores y la mejora en el control del sistema de antecedentes penales. Esta propuesta deja de lado el aumento de la edad, de 18 a 21 años, para la compra de determinadas armas. La presión de la Asociación Nacional del Rifle (ANR) y de los lobbies de armas fue más fuerte que las demandas de las víctimas y sus familiares.
El plan del presidente Donald Trump se limita a realizar “recomendaciones”, pero no implica decisiones ejecutivas, que introduzcan cambios sustanciales en la legislación.
“Una fuerte mejora y el fortalecimiento de los controles sobre los antecedentes de quienes adquieren armas” será apoyado plenamente por la Casa Blanca”, escribió el mandatario en su cuenta de Twitter. “La legislación está avanzando. Los ‘bump stocks’ (potenciadores de las armas semiautomáticas) estarán pronto fuera de circulación. A los profesores expertos altamente entrenados se les permitirá portar armas escondidas, de acuerdo a las leyes estatales”, agregó el presidente.
Según el plan, el Ejecutivo comenzará a trabajar con los estados para dar un “entrenamiento riguroso sobre el uso de armas” a los maestros y al resto del personal de las escuelas que se ofrezcan como voluntarios.
Lo más llamativo de su declaración fue la confirmación de que no actuará sobre la modificación del límite en la edad para adquirir las armas. Trump aseguró que la capacidad de subir la edad legal para comprar armas está en manos de los 50 estados del país, y no del Gobierno federal, debido al escaso apoyo político que esa medida tiene en el Congreso.
Liderando el boicot contra la suba de la edad estuvo la Asociación Nacional del Rifle, el poderoso lobby de las armas de Estados Unidos.
La ANR se niega a cualquier tipo de endurecimiento de las leyes de armas y apoya en cambio la idea de armar a los maestros, algo que rechaza la Asociación Nacional de Maestros, el ma- yor sindicato de profesores del país, así como otros grupos civiles.
Luego de la masacre, tras presenciar el dolor de los familiares de las víctimas y de los sobrevivientes de Parkland, Trump se había manifestado a favor de un mayor control en la portación de armas, y propuso aumentar la edad para su compra. Además, había asegurado que era necesario limitar el acceso a personas con trastornos mentales y endurecer los controles. Su retórica pro control de armas llegó hasta el punto de acusar a sus compañeros republicanos de dejarse presionar por la ANR. “A algunos de ustedes los deja petrificados la ANR. Tienen mucho poder sobre ustedes, no tienen tanto sobre mí”, les había dicho.
El lobby de las armas fue uno de los patrocinadores de la candidatura de Trump, con aportes que alcanzaron los 30 millones de dólares, como también lo hizo con muchos legisladores republicanos.
Los docentes no fueron los únicos que criticaron el plan. El jefe de la bancada del opositor Partido Demócrata en el Senado, Chuck Schumer, dijo que “la Casa Blanca ha dado unos pasitos mínimos para que la ANR no se ponga nerviosa, mientras que la epidemia de las armas de fuego reclama en este país pasos gigantescos”.
Por su parte, el presidente alabó la decisión de su gobierno y aseguró que “está moviéndose rápidamente” para fortalecer la seguridad en las escuelas, al mismo tiempo que criticó a la clase política de Washington, a la que acusó de no “brindar apoyo” a las medidas.
Luego de la masacre de Parkland, los jóvenes salieron a la calle con carteles en reclamo de mayor seguridad y cuestionando el papel de la Asociación Nacional del Rifle. Mañana, miércoles, estudiantes de la capital estadounidense y de estados vecinos como Virginia y Maryland se manifestarán frente a la Casa Blanca y el Capitolio.
Esta movilización será la antesala de la gran marcha que el 24 de marzo llevará a Washington a miles de estudiantes de diferentes estados y que tiene como objetivo alentar a los políticos a actuar de modo eficaz y veloz, bajo el eslogan #Neveragain. ■