Cruces entre la Policía tucumana y la familia del chico baleado
Para la familia de Facundo Ferreira, el chico tucumano de 12 años que murió tras recibir un balazo en la nuca en una persecución policial, no hay dudas: se trató de un caso de “gatillo fácil”. La fuerza de seguridad, en cambio, dice que los agentes dispararon para “defenderse” de una agresión a los tiros.
“Él no era un ladrón, sino un niño que jugaba al fútbol. Salió de un barrio bajo y quería ser como Messi. Estas lacras le arrebataron la vida”, advirtió Rita Ferreira, tía del nene, quien añadió: “Fue un caso de gatillo fácil. Facundo nunca tuvo ningún antecedente ni nunca usó un arma”. En tan- to, la madre de Facundo, Romina Ferreira, cuestionó que los policías que dispararon estén libres.
El jueves pasado a la noche, el chico iba en una moto manejada por otro de 14, quien tenía antecedentes por haber estado al mando de otro vehículo similar en el que se desplazaban otros dos jóvenes que, a fines de 2016, asesinaron al policía Leandro Meyer (26), para robarle.
El subjefe de la Policía de la Provincia de Tucumán, comisario Francisco Picón, negó que se haya tratado de un caso de violencia institucional y replicó que fue la “defensa de dos efectivos policiales al verse atacados”.
La versión policial acerca del homicidio de Facundo es que dos agentes iniciaron la persecución de seis personas a bordo de tres motos que se negaron a identificarse y escaparon, por lo que se produjo un tiroteo en el que dos de ellos -el chico de 12 años y un adolescente de 14- fueron heridos. Además, Picón señaló que “cerca de donde cayó el menor se encontró un revólver calibre 22”.
La tía de Facundo, sin embargo, contrapuso: “Dicen haberle encontrado una pistola y él nunca tuvo una pistola. Él sólo tenía en sus manos siempre una pelota, nunca un revólver. Tampoco nunca se drogó ni nada de lo que se dice”. La mujer, quien ayer participó de una marcha, se quejó de que “para los pobres no hay justicia y para los ricos sí”.
Por su parte, el subjefe de la Policía provincial dijo que todo está aún en “etapa de investigación”, aunque dio por “absolutamente descartado” que se haya tratado de un caso de gatillo fácil. “Nosotros estamos investigando a un grupo de motociclistas que emprenden la huida y cubren su retirada con armas de fuego. Ahí sigue la persecución y al cabo de unas cuatro cuadras cae uno de los menores, mientras que dos motos de mayor porte siguen su huida”, expresó Picón. El comisario completó: “Por testigos averiguamos que desde dos de las tres motos efectuaban disparos, inclusive desde la moto más chica, en la que viajaban los menores”. ■