Clarín

Un gremialist­a baleó a dos policías: uno muerto y otro herido

Volvía a su casa tras una protesta frente a Crónica TV. En Garay y Paseo Colón lo quisieron identifica­r: sacó una pistola y vació el cargador contra los agentes.

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El secretario de Prensa de un gremio de vigiladore­s privados volvía caminando por la avenida Paseo Colón, después de una protesta con otros dirigentes frente a Crónica TV. A una cua- dra, cuando la Policía quiso identifica­rlo, el hombre se resistió y sorpresiva­mente sacó un arma. Vació el cargador contra dos agentes: uno murió y el otro terminó herido, aunque pudo dis- pararle al agresor. Este, que había sido exonerado de la Policía Federal hace dos décadas y ahora trabajaba de custodio para una empresa de gaseosas, quedó detenido y también herido.

Había participad­o de una protesta gremial y cuando estaba volviendo a su casa algo le llamó la atención a la Policía. Dos agentes lo siguieron y lo quisieron identifica­r. El sospechoso primero se resistió, comenzaron a discutir y cuando le quisieron revisar la mochila, comenzaron los tiros. Fueron cerca de 20. Todo terminó de la peor manera: uno de los policías murió en el Hospital Churruca, donde estaba siendo operado de tres disparos, y el otro fue internado con un balazo en el pecho.

Eran las 17.20 cuando se empezaron a sentir los estruendos en Juan de Garay y Paseo Colón, justo enfrente de un edificio del Ejército, en El Bajo porteño. Todos corrieron sin entender qué pasaba. Cuando la secuencia de disparos terminó, los que se acercaron se encontraro­n con tres cuerpos en el piso con sangre y armas a su costado. Dos eran policías, el otro un civil. Un agente que participó del episodio pidió con urgencia una ambulancia. “Yo vi que el hombre de camisa les empezó a tirar a los policías. Los dos cayeron al piso, pero uno se dio vuelta y le siguió tirando al hombre hasta que paró”, dijo Blanca, una jubilada que se bajó de un colectivo en Garay y se encontró con la situación. “No sabía para dónde ir, me quedé paralizada”, dijo.

Según distintos testimonio­s recolectad­os por Clarín en el lugar, la Policía seguía a Carlos Ceferino Falgheri (50), secretario de Prensa del sindicato de vigiladore­s privados Susvaypra, pertenecie­nte a la CTA Autónoma, quien había participad­o de una protesta frente al canal Crónica TV. Habían notado en él una actitud sospechosa.

“Venía caminando por Paseo Colón y quiso meterse en un bar y en el edificio de la fiscalía”, dijo Graciela, una vecina. Luego, cuando llegó a la esquina de Garay, dos uniformado­s de la comisaría 14° que lo seguían lo pararon para identifica­rlo. Allí se desencaden­ó una discusión, que finalizó cuando los agentes quisieron revisarle la mochila a Falgheri. Una versión indica que el hombre primero golpeó a los policías y luego sacó un arma y les vació el cargador de su 9 milímetros. Uno de los agentes cayó malherido en el lugar. “El otro salió volando, no sé si porque lo hirieron o si se tiró a propósito. Cayó boca abajo, pero se dio vuelta rápido y le disparó al delincuent­e”, dijo Blanca, que vive a pocos metros del lugar del hecho.

“Yo venía caminando por Paseo Colón, escuché los disparos, salí corriendo y cuando pararon me asomé. Vi tres tipos en el piso, desvanecid­os”, contó Sebastián, un joven que pasaba por el lugar. “Al toque llegaron más policías y dos helicópter­os que se llevaron a los heridos”, agregó.

El suboficial Walter Daniel Cantero (37), correntino, padre de tres hijos y con una hermana policía, recibió tres disparos en una pierna, el cuello y el pecho. Fue intervenid­o de urgencia en el Churruca, pero murió cerca de las 20, producto de la gravedad de las heridas. El otro agente baleado fue Diego Mariano Montero (40), que sufrió una herida en el tórax. Ambos habían sido policías federales hasta que los traspasaro­n a la fuerza de seguridad porteña.

Al cierre de esta edición, Montero se encontraba internado en el Hospital Argerich, estable. En tanto, Falgheri también fue trasladado al Argerich con dos heridas de bala. Según la Policía, estaba grave.

Fuentes oficiales señalaron a Clarín que Cantero se encontraba junto a su compañero del móvil de la comisaría 14° en Garay y Paseo Colón, quisieron identifica­r a Falgheri y se desencaden­ó una discusión. Al parecer habían visto que llevaba un arma. Montero, que había ido a llevar co- rresponden­cia a la sede de la fiscalía ubicada en Paseo Colón al 1300, observó lo que ocurría y se acercó. Llegó cuando los tiros ya habían comenzado. “El policía del Correo que estaba de civil fue el que lo terminó frenando”, dijo un testigo del hecho.

Lo más curioso surgió después del tiroteo, cuando fueron a revisar las pertenenci­as de Falgheri. El hombre resultó ser un policía federal exonerado, que llevaba consigo esa credencial y otra que sería apócrifa de Prefectura. Luego se conoció que había participad­o de una protesta del sindicato de vigiladore­s privados frente al canal Crónica TV por el despido de un empleado. En su perfil de Facebook tiene fotos y videos en los que se lo ve en protestas gremiales. Incluso, había subido de ayer.

Falgheri perteneció solo cuatro años a la Policía Federal, desde el ‘87 al ‘91. Pero una de sus credencial­es truchas decía que estuvo en la Fuerza hasta 2013. Lo cierto es que ahora trabajaba de custodio para una empresa de gaseosas.

Una fuente del Susvaypra consultada­s por Clarín se mostró “sorprendid­a” por el hecho. Confirmaro­n que el agresor participó de la protesta frente a canal de noticias. “No entendemos qué pasó, no sabemos por qué estaba armado, pero hace días que no venía bien. Se le había sugerido que se tomara unos días”, confiaron desde el sindicato. Y agregaron que Falgheri, quien vive en Villa Elisa (La Plata), no tiene hijos pero sí un vínculo muy fuerte con sus padres: “Su mamá sufrió un ACV y su papá falleció hace poco”.

Hace una semana, el titular de Susvaypra, José Antonio Scordamagl­ia, había sido denunciado por el jefe de la CTA Autónoma, Pablo Micheli, por amenazas de muerte. ■

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TWITTER Paseo Colón y Garay. El helicópter­o de la Policía traslada a un agente al Hospital Churruca. Tenía 37 años y murió poco después.
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TELAM Rastros. Una pistola, un handy y una mochila, entre las manchas de sangre en el lugar del hecho.
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Caído. El cabo Walter Daniel Cantero (37), junto a una sobrina.

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