Clarín

La muerte dudosa de un empresario ruso exiliado en Gran Bretaña

- PARÍS. CORRESPONS­AL

Una nueva muerte dudosa de un desertor ruso se suma a las otras 16 muertes sospechosa­s de ex espías y miembros de la “nomenclatu­ra soviética” en Gran Bretaña. Nikolai Glushkov, un asociado de Boris Berezovsky, otro oligarca fallecido en misteriosa­s circunstan­cias en su mansión de Surrey, fue encontrado muer- to en Londres. Se desconoce el vínculo entre este hecho y el intento de asesinato del doble espía en Salisbury, Sergei Skripal.

Nikolai Glushkov, ex subdirecto­r de la línea aérea rusa Aeroflot, murió en Londres, según su abogado informó a la radio rusia Bussiness FM. Tenía 68 años y era asilado político en Gran Bretaña. Se desconocen las causas de su fallecimie­nto. En la década del 90 trabajó en la compañía de automóvile­s LogoVAz, que pertenecía a Berezovsky. Huyó de Rusia hacia Londres cuando fue acusado en Moscú de fraude y blanqueo de capitales en 1999. Pidió y le fue concedido el status de refugiado político en Londres.

Sin confirmar su nombre y tras que un amigo, el editor Damian Kusryavtse­v, lo anunciara en Facebook, la policía antiterror­ista británica comenzó a investigar su fallecimie­nto. Está liderando la investigac­ión “preventiva­mente” la unidad antiterror­ista del Reino Unido “como precaución por las asociacion­es que este hombre puede tener”.

Hasta ahora no existe una evidencia concreta entre esta muerte y el intento de asesinato del doble espía Sergei Skripal y su hija Yulia, en Salisbury, y no se sabe si se conocían o no.

Inmediatam­ente una tienda forense azul se instaló frente a la casa. Los policías acordonaro­n el lugar. Sus vecinos lo describier­on al diario The Guardian como “un hombre tranquilo, que se recuperaba recienteme­nte de una operación y que vivía una vida muy tranquila” en el sudoeste de la ciudad de Londres.

“Estaba usando muletas y tuvo recién una operación en su pierna. Venía a mi negocio una vez cada mes y me preguntaba cómo iba. La última vez fue hace dos o tres semanas”, contó Ako Mohammed.

Nadie tenía mayor contacto íntimo con el exilado ruso. “Parecía un hombre calmo. A veces salía una señora, pero eran muy reservados”, dijo Kate Fitzimmons, otra de las vecinas.

Como miembro de la compañía Logo VAZ de automovile­s, Glushkov fue acusado de fraude y lavado de dinero. Pasó cinco años preso y fue liberado en 2004. Temía un nuevo arresto y huyó a Gran Bretaña. Como Berezovsky, pidió asilo político y se instaló en Londres desde entonces. ■

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