Dolor por la muerte de la joven argentina: “Preferimos pensar que sigue de viaje”
Lo dijeron en una misa que se celebró en Corrientes, de la que participaron su familia y sus amigos.
Refugiados en su fe católica, los padres de Carla Vallejos Blanco intentan superar la sorpresiva muerte de la joven, que se produjo el domingo cuando se precipitó al agua el helicóptero turístico con el que sobrevolaba Nueva York.
En la Catedral de la ciudad de Corrientes, el sacerdote José Francisco González ofició una misa de la que participaron el papá de Carla, Luis María Vallejos, su mamá y amigos. A un costado del altar fue colocada una fotografía de la joven correntina. Y su padre, Luis María Vallejos ofició de monaguillo durante la celebración religiosa. El hombre, un contador que hizo carrera en el Banco de Corrientes, es diácono de la Catedral Nuestra Señora del Rosario.
Por causas aún no esclarecidas, el helicóptero se precipitó sobre East River con cinco pasajeros y un piloto. La aeronave fue hallada a quince metros de profundidad y los cinco turistas murieron ahogados, según las autoridades norteamericanas. El piloto logró salir de la máquina y fue el único que pudo salvar su vida. Al parecer, Carla no pudo desprenderse el cinturón de seguridad para salir a la superficie.
Florencia Weschenfeller, amiga de Carla, dijo durante la misa celebrada el lunes a la noche: “Preferimos pensar que ella sigue de viaje”. Y agregó que todavía le cuesta creer lo que sucedió. “Nueva York era su lugar en el mundo, no era la primera vez que estaba en esa ciudad y ella disfrutaba mucho de estar ahí”, dijo Florencia al Diario Época.
“Era una persona increíble, con un corazón inmenso. Siempre natural, fresca y feliz”. Así describió a la publicista correntina que estaba planificando su casamiento con un joven abogado y estaba por iniciar un proyecto personal relacionado con su profesión: publicidad y diseño.
“Estaba muy feliz y eso demostraba en cada uno de los mensajes y comentarios a través de las redes”, insistió Florencia. “Ahora sólo nos queda unirnos en oración para acompañar a la familia para atravesar este momento tan doloroso. Sabemos que ella nos va iluminar siempre con esa sonrisa”, agregó Weschenfeller al finalizar la misa. Y agregó: “Antes de que viajara, nos juntamos y nos contó lo programado para este viaje y que sí o sí quería subir al helicóptero y sacar fotos”.
En Facebook, Florencia también despidió a su amiga con un sentido mensaje. “Gracias por siempre regalarme una sonrisa, gracias por cada día que vivimos juntas, gracias por reír conmigo y gracias por también llorar conmigo... Quisiera que vuelvas, quisiera que tengamos millones de motivos y proyectos más por celebrar... pero Dios quiso que sea así”, posteó.
Carla había viajado al menos en otras dos oportunidades a Nueva York en los últimos años. La joven amaba esa ciudad y en esta ocasión la acompañó su amiga Guadalupe del Arca, que no abordó el helicóptero el domingo al atardecer porque había elegido otro plan. ■