Clarín

El 70% de las tareas del hogar no remunerada­s las hacen las mujeres

- Ismael Bermúdez Ibermudez@clarin.com

Las mujeres son mayoría en los trabajos “invisibles” que no tienen como contrapart­ida un salario. Del total de horas de trabajo no remunerada­s que se realizan en la Ciudad de Buenos Aires, “un 70% son realizadas por las mujeres mientras que el 30% restante son realizadas por varones. Solo en una actividad - reparacion­es y mantenimie­ntos-, los varones tienen una mayor participac­ión que las mujeres, 81% y 19% respectiva­mente”. En las labores domésticas, como limpiar, cocinar y cuidar de los niños, la presencia femenina es prepondera­nte y del total de horas trabajadas las tres cuartas partes “se destinan a las funciones cuidados, alojamient­o y alimentaci­ón” que recaen en las mujeres.

Así lo señala el Informe sobre “Tra- bajo no remunerado en los hogares porteños” que dio a conocer ayer la Dirección de Estadístic­as y Censos de la Ciudad de Buenos Aires, en base a datos de 2016, en un momento en que está encendido y socialment­e abierto el debate sobre las diferencia­s de género en las oportunida­des laborales y de salarios.

El Informe aclara que el trabajo no remunerado incluye las tareas domésticas vinculadas a la limpieza del hogar, cuidado de la vivienda y de los niños, arreglos de la vestimenta, cocinar, la realizació­n de compras y trámites y actividade­s de ayudas voluntaria­s que en su mayoría sobresale el trabajo femenino.

Y agrega: “la importanci­a de las actividade­s realizadas en el hogar radica en el hecho de que aunque este tipo de actividade­s no se realicen para el mercado, es decir que no se intercambi­an por un determinad­o precio en el mercado, no por ello dejan de ser trabajo y agregar valor. Más aun, los indicadore­s de bienestar habitualme­nte utilizados no tienen en cuenta las labores domésticas, cuando estas claramente contribuye­n al bienestar de una sociedad”.

Además, señala el informe del Indec porteño, “la valorizaci­ón del trabajo doméstico no solo es crucial pa- ra comprender las desigualda­des y los patrones de comportami­ento ocurridos en el hogar sino también para advertir los cambios estructura­les que se dan en la economía y como estos impactan en la vida de los hogares. El comportami­ento del hogar puede servir para explicar determinad­os aspectos del mercado de trabajo, como ser la oferta laboral y la participac­ión de ambos sexos en actividade­s de mercado”.

El informe abunda en datos diveros y los datos de empleo marcan que, en promedio, las mujeres trabajan menos horas que los varones y eso, en gran parte, se explica porque tienen que dedicar más horas al cuidado de la vivienda y de los niños, además de ocupar puestos de trabajo de menor calificaci­ón y por ende de menores ingresos. ■

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