Entradera, 12 tiros y un ladrón muerto en una noche de terror para una familia
Las víctimas fueron un taxista, su esposa, su yerno y sus dos hijas. “Si alguien se mueve los quemo”, les advirtieron. Pero un vecino llamó a la Policía, que llegó y mató a un asaltante.
Una familia vivió una noche de terror durante una entradera en su casa de Quilmes: hubo 12 tiros y un ladrón terminó muerto luego de estuviera a punto de dispararle a un policía. Todo ocurrió a 30 cuadras de distancia de otro hecho registrado 42 horas antes donde un agente mató a dos motochorros que venían de protagonizar un raid delictivo.
Eran las 21 del miércoles cuando un taxista de 49 años regresaba a su casa de la calle 265 al 2100, en Don Bosco. Estaba junto a su hija y el yerno frenando en la puerta y los interceptó una camioneta blanca. Bajaron de ella tres hombres armados que los amenazaron y los obligaron a ingresar a la fuerza. “Si alguien se mueve los quemo”, les advirtió uno de los intrusos. Adentro estaba la esposa del chofer con otra de las hijas del matrimonio.
En medio de la tormenta, los vecinos llegaron a ver la violenta secuencia y llamaron al 911. “Cuando llegó el patrullero no pudieron distinguir los números de la casa por la lluvia torrencial. Un agente bajó y golpeó la puerta. Alguien abrió intempestivamente y después de un breve diálogo, empujó al policía y lo tiró al piso”, informaron fuentes del caso.
Con el agente de la Bonaerense en el suelo, Leonardo Sebastián Cristaldo (34), sacó un arma. “El compañero del policía se había quedado cerca del patrullero y al ver la escena impartió la voz de alto. Como el ladrón no la acató, le disparó. Fue todo en cuestión de segundos”, detallaron los investigadores.
El primer oficial en disparar lo hizo siete veces, mientras que el que estaba en el suelo también desenfundó el arma y tiró otras cinco. En total, los peritos hallaron 12 vainas servidas en la escena.
Cristaldo, herido, intentó correr pero cayó muerto a los pocos metros. Tenía tres impactos: uno en el pecho, otro en la pierna derecha y el tercero en un tobillo. Al cierre de esta edición aún esperaban el resultado de la autopsia para confirmar la causa de la muerte.
A su lado, la Policía encontró “un revólver calibre 32 marca Smith & Wesson con el que había amenazado a los policías, una réplica plástica de una pistola, una notebook que había robado en la vivienda y una mochila azul con los 21.700 pesos que le habían quitado a la familia”, según Télam.
Los médicos de Policía Científica que revisaron el cadáver del ladrón hallaron otros 8.000 pesos en uno de los bolsillos del pantalón, que también serían parte del botín.
Cristaldo no estaba solo. Ingresó a la casa con dos cómplices. Uno escapó por el fondo y el otro por el frente, pero minutos antes de que llegara el patrullero, confirmaron las víctimas de la entradera.
Según la reconstrucción que pudo hacer la familia asaltada, revolvieron la propiedad buscando cosas de valor y sospechan que se trató de un hecho “al voleo”.
En la puerta de la casa de Don Bosco encontraron la camioneta blanca en la que habían llegado los ladrones. Se trataba de una Fiat Fiorino con una patente cambiada, que no tenía pedido de secuestro. “Estaba detenida con el motor en marcha y las balizas prendidas, la tenían lista para escapar”, indicaron.
El caso es investigado por el fiscal Ariel Rivas, de la UFI N° 1 de Quilmes. La causa quedó caratulada como “robo agravado por el uso de arma de fuego” y buscan a los dos prófugos
que, al cierre de esta edición, no habían sido identificados.
Las pericias son realizadas por Gendarmería, por haber dos policías involucrados. Aunque para la justicia, en principio, los agentes actuaron “en legítima defensa”, les secuestraron las armas para analizarlas.
El martes, durante las primeras horas del día, cuatro ladrones en un VW Suran negro intentaron robarle a una pareja que andaba en moto por la calle Chaco, en Bernal Oeste. Los jóvenes se resistieron pero perdieron el control y se cayeron del vehículo. Los asaltantes se llevaron la mochila de la mujer aunque no pudieron arrancar el rodado. Entonces interceptaron a otro hombre subiendo a un Citroën C3. La víctima del segundo hecho resultó ser un policía de la Ciudad que estaba de franco. Mató a dos de los delincuentes, otro quedó detenido y el cuarto logró escapar. ■