“Después de más de 50 años de amistad, nos juntamos para celebrar la vida”
En una etapa signada por la premura de lo económico, por los egoístas intereses personalizados, por las inquietudes sociales, este grupo de mujeres ha decidido festejar la vida y honrar la amistad después de 50 años de haber compartido sueños estudiantiles de la juventud. Hasta allí, muchos dirán que esto es común, pero muchos festejan las Bodas de Oro y yo les digo no, a nuestra manera.
Lanzamos el proyecto Años Dorados con el objeto de poner en primera plana los valores olvidados en la sociedad argentina. La madurez nos ha unido con el objeto de ser visualizadas como grupo de esperanza.
Hace cinco años, una mujer sacó de sus recuerdos una foto de compañeras de cuarto grado, convocó a personas cercanas con las que mantuvo algún contacto y se reunieron a cenar en número de 8, por primera vez. Otra mujer fue convocada con la idea de una segunda reunión, y en ella prendió el deseo incontenible de potenciar esa búsqueda hasta lograr reunir un gran grupo. Muchas reuniones, hasta ahora 28, han celebrado y honrado la fuerza de la vida en la niñez, la adolescencia y la juventud, y hoy estamos plantadas, ya maduras, para duplicar la apuesta. Hemos llorado, reído, acompañado duelos, enfermedades, propias, de nuestros hijos, nietos, padres y esposos a través de la comunicación diaria de nuestro grupo de Whatsapp y en forma presencial, cada vez que se necesitó un abrazo.
Ahora, pretendemos mostrar lo que un grupo humano puede lograr, lo que una simple decisión puede aportar a mejorar la vida en esta etapa. Hemos vencido prejuicios, clases sociales, diferencias económicas, distancias físicas.
Muchas horas de investigación me ha llevado a juntar 54 personas, todas distintas, muchas en otros países, hemos rescatado de la tristeza y la soledad a muchas compañeras de colegio que a diario bendicen este en- cuentro, porque les cambió la vida. Queremos ser visualizadas como puntapié inicial para mostrar a muchos que sí se puede, que los “viejos” no somos una carga, que cada día puede ser mejor, que la vida merece ser celebrada. Bailamos, cantamos, hacemos fiestas de disfraces, vamos a días de campo, nos reunimos a cenar, en misas conmemorativas, pero nada nos detiene, todo nos entusiasma, todo nos reconforta.
Entre el 23 y el 28 de noviembre, 23 compañeras partiremos desde Aeroparque para iniciar un viaje de egresadas a la ciudad de Córdoba, que pensamos disfrutar con uniforme distintivo, bandera, viaje en avión, alojamiento en una hostería de Santa Rosa de Calamuchita, que al saber de nosotras nos acogerá con alegría y buena onda.
No queremos plata ni beneficios especiales, queremos que nuestra alegría se contagie y haga nacer la esperanza en los mayores. Queremos expandir un proyecto, que como su nombre lo dice, Años Dorados, haga brillar lo mejor de cada ser humano.