Incidentes, heridos y detenidos en marchas de protesta en Barcelona
Miles de soberanistas se movilizaron en contra del arresto de Puigdemont. Hubo choques con la policía.
Miles de independentistas marcharon y realizaron corte de tránsito, como protesta por el arresto y envío a una cárcel alemana del líder catalán, Carles Puigdemont. Avanzada la noche, todavía continuaba el bloqueo en algunas rutas en varias localidades. En todas las capitales de provincia se han producido incidentes, los más graves en Girona, el fortín político del prófugo de la justicia ahora detenido, ante la subdelegaciones del gobierno español en Cataluña. Hubo seis detenidos y al menos un centenar de heridos leves.
Una casa del juez instructor del Supremo, Pablo Llarena, y su familia, fue atacada lo mismo que algunas se- des judiciales y pintadas amenazantes en domicilios de miembros del Poder Judicial. En todos estos actos hubo pintadas de “fascistas” contra los “españolistas”. Ante los sucesos hubo una reunión de urgencia del Consejo General del Poder Judicial, máxima institución, quien reclamó al ministro del Interior para que ordenara de inmediato protección policial. Además, informó de los hechos al Fiscal General del Estado para que investigue la identidad de quienes habrían cometido delitos contra el Poder Judicial.
En los altercados, donde hubo una acción enérgica de la policía catalana ante la negativa de los participantes en no superar los cordones de seguridad, se registraron un centenar de heridos y al menos seis arrestos.
Las autoridades de salud informaron de 50 heridos atendidos en la capital catalana, tres de ellos policías locales, uno de los cuales fue hospitalizado. También hubo otros heridos en las concentraciones realizadas en diversas capitales y ciudades.
En Barcelona hubo otras demostraciones y una marcha numerosa. Los participantes trataron de eludir el bloqueo policial para que la protesta no se acercara a la Delegación del Gobierno. El edificio central fue pintado de amarillo, los colores del lazo de protesta contra los dirigentes separatistas presos.
En algunos momentos hubo tensión entre grupos muy exaltados y periodistas de medios a los que acusaban de “fascistas” pero la intervención de la policía fue muy eficaz.
Los Mossos de Esquadra, la policía autonómica de Cataluña, realizó varias cargas en algunas esquinas céntricas de Barcelona. A los guardias les lanzaron huevos, otros proyectiles, latas, botellas y piezas de verdura y fruta. También gas de pimienta en aerosol. Varios encapuchados utilizaron como arietes contenedores de basura y otros elementos de mobiliario urbano. Ante la seriedad de los ataques la policía catalana realizó varias “salvas al aire” para dispersar a los más revoltosos.
Hubo incidentes más graves frente al consulado alemán que intentó blindar la policía antidisturbios. Actuaron personas convocadas a esta y otras demostraciones por la Asamblea Nacional Catalana y Omnium Cultural, dos organizaciones de agitación popular, los “dueños de la calle”, cuyos líderes hace meses que están alojados en una prisión madrileña. También actuaron los Grupos de Defensa de la República. En el mástil del consulado se arrió una bandera española. Por la noche continuaba el consulado rodeado de manifestantes. Los Mossos de Esquadra, según las imágenes de los noticiarios, se emplearon a fondo con sus elementos antidisturbios e impidieron que los participantes en la protesta alcanzaran los principales accesos del edificio diplomático. No fue posible una acción semejante ante la Delegacion del Gobierno en Girona, ante miles de enfurecidos manifestantes.
Algunos grupos avanzaron hacia el interior de edificio y para desalojarlos hubo numerosos incidentes. Algunos jóvenes se apoderaron de una bandera española y bajaron del mástil una europea.
Grupos muy organizados se dedicaron a realizar bloqueos de tráfico en Barcelona y algunas otras ciudades principales. También se interrumpió el tráfico por carretera en zonas de la capital catalana, hubo cortes de carretera y de medios de transporte “Contra la Represión y por la República catalana”.
La multitud, que enarbolaba banderas independentistas y pancartas donde se reclamaba la “libertad de los presos políticos”, se dirigió hasta la delegación de la Comisión Europea en la ciudad donde gritó: “¡Esta Europa es una vergüenza!”.
Algunas de las entidades más radicales convocaron desde temprano a una huelga general contra la “represión española y por la República catalana”. Dirigentes de la Unidad Popular (CUP) anticapitalistas, apoyaron la idea de un paro generalizado y grupos de partidarios corearon esta consigna. ■