Desarrollan transportes hiperveloces para viajar hasta seis veces más rápido

Entre ellos hay aviones que podrían ir de Nueva York a Pekín en 2 horas y trenes para recorrer 500 km en 30 minutos.

Hasta que el entrelazamiento cuántico vuelva realidad la teletransportación de personas, para moverse entre dos puntos del planeta se requiere paciencia y dedicación. Para acortar las distancias por tierra, por agua y por aire, algunas tecnologías están siendo estudiadas en diferentes rincones del mundo. Desde las cápsula de Hyperloop hasta aviones hipersónicos y lanchas que surfean las olas.

Uno de los proyectos más ambiciosos de Elon Musk (quien concesionó a otras empresas su fabricación) es el Hyperloop One, que tiene planes para desarrollarse en diferentes países, entre los cuales figura la Argentina. Se trata de un transporte con cápsulas de levitación magnéticas que viajan dentro de un tubo de vacío. Con ese sistema, puede alcanzar una velocidad de 970 kilómetros por hora, casi tres veces la máxima del Shinkansen, el tren bala japonés.

Esta tecnología pretende traerla al país el Grupo Roggio para que los 695 kilómetros entre Córdoba de Buenos Aires se puedan completar en 50 minutos, seis veces menos que por autopista. Aunque el plan más avanzado actualmente apunta a enlazar los 140 km que separan a las ciudades más ricas de oriente medio: Dubái y Abu Dabi, en menos de 15 minutos.

Para demostrar la viabilidad de este prototipo, el año pasado se creó un modelo experimental de este súper tren en el desierto de Nevada, Estados Unidos, que alcanzó los 320 kilómetros por hora. Además del trayecto original entre San Francisco y Los Angeles se sumó el tramo entre Nueva York y Washington.

En el transporte aéreo, desde que en octubre de 2003 se dio de baja al Concorde, el avión ultrasónico comercial, la industria aeronáutica está buscado un digno sucesor. El encargado de llenar ese vacío es el Boom Supersonic, un avión capaz de llevar pasajeros entre Nueva York y Londres en tres horas, a una velocidad de o 2.335 kilómetros por hora o 2.2 Mach.

Diseñado por un grupo de ingenieros aeronáuticos y astronautas estadounidenses, el Boom podría volver a romper la barrera del sonido a partir de 2023. Dentro de la cabina sólo habrá un asiento en cada lado del pasillo con una pantalla, mesa de trabajo y una ventana para disfrutar la vista desde 18.300 metros de altura.

A la carrera de los hipersónicos se sube el I Plane, un avión que días atrás fue probado con éxito por investigadores de la Academia de Ciencias de China en Pekín. Es un biplano con un diseño de alas originado en los aviones de la Primera Guerra Mundial. Las inferiores salen desde la mitad del fuselaje como un par de brazos y la superior, en forma de alas de murciélago, se extiende hacia la cola del avión. El equipo que hizo los ensayos detalla que necesita poco más de dos horas para completar la ruta de Beijing a Nueva York, frente a las 14 horas de un vuelo comercial. Barre los 11.000 km que separan ambas ciudades a una velocidad de 6 mil kilómetros por hora. Además, podrá soportar un 25% más de carga que los modelos tradicionales.

Para los traslados fluviales y marítimos de placer, el Super Sports (SS18) es ahora lo más sofisticado. Para alcanzar velocidades de vértigo, esta embarcación para cinco ocupantes se basa en diseños aerodinámicos propios de coches de Fórmula 1, ya que en vez de navegar sobre la superficie del agua planea sobre las olas. Gracias a su casco dinámico y un Sistema de Control de Estabilidad, este yate de paseo brinda la suficiente equilibrio, velocidad y comodidad para alcanzar los 56 nudos (103 km/h) de velocidad de crucero y los 96 (178 km/h) de velocidad punta. ■