El estímulo comienza en el hogar
“Tenía la capacidad de captar la celebración d ela vida”, dijo Arthur Miller sobre su tercera esposa, fallecida en 2002. Nacida en 1923 en Graz (Austria), Inge Morath fue una de las grandes fotógrafas de su época.
Hija de científicos, tuvo una vida signada por los viajes. Fue reportera gráfica y editora de Magnum, la mítica agencia que fundara el fotógrafo Robert Capa. Se beneficiaron con su lente celebridades como Pablo Picasso, Joan Miró, Jean Cocteau o Marilyn Monroe, quien justamente era la esposa de Miller cuando la retrató.
En 1962, Inge se casó con Arthur Miller, uno de los mayores dramaturgos y guionistas estadounidenses del siglo XX. Publicó entre 1936 y 2004, y una de sus obras decisivas es La muerte de
un viajante (1949). En los años ‘50, en pleno maccartismo, fue acusado de ser simpatizante comunista y condenado a una especie de ostracismo, del que emergió otra obra muy recordada: Las brujas
de Salem (1953).
Si bien su estilo cayó en desgracia en los ‘70, cuando empezó a ser tildado de moralista y repetitivo, su entidad de celebridad nunca decayó y en 1997 fue nominado al Oscar en el rubro Mejor Guión Adaptado por El Crisol. Sobrevivió por un par de años a su esposa, con la que tuvo dos hijos: Rebecca y Daniel.