Llegó el momento de parar, analizar y decidir de otra manera
Los aumentos de las tarifas o la readecuación del cuadro tarifario se decide de dos formas: a través de audiencias públicas, una por cada servicio, donde se busca consensuar; y de manera directa, sin audiencias. De modo que los incrementos se tratan de modo y en momentos distintos pero el destinatario es uno solo: el usuario.
Los Defensores del Pueblo de todo el país hemos exhortado al Gobierno para que las alzas se fijen antes de la realización de las Paritarias. Para garantizar así la capacidad adquisitiva de cada trabajador y trabajadora. Sin embargo, esto no es ni fue así.
El INDEC acaba de confirmar lo que venimos sosteniendo: Más del 40% del sueldo se destina al pago de servicios públicos, incluido el transporte.
También advertimos que, de continuar este modelo de incrementos sobre los usuarios, al finalizar el cuadro de readecuación el impacto va a superar largamente el 50% de los ingresos.
Creemos que llegó el momento de parar, analizar y decidir de otra manera.
Excepto el gas, que cuenta con uno más, las tarifas suelen tener tres componentes: producción; transporte y distribución; e Impuestos. En el caso del gas hay que agregar el precio de boca de pozo que está en dólares, liberado al mercado.
El impacto de los impuestos en las tarifas es del 30 por ciento de total de la factura en los casos del gas y la luz. Para el agua llega al 20 % en domiciliario y 27 % no domiciliario.
Así como Gran Bretaña acaba de intervenir en el gas y la luz poniendo techos en los precios, aquí en la Argentina es hora de actuar de otra manera.
Los usuarios, las personas, en términos generales, están al límite de su capacidad de pago. No resisten más aumentos. Ni los trabajadores, ni la clase media. Ni las empresas, chicas medianas o grandes. Es hora de que el esfuerzo ahora lo haga el Estado.
La manera es clara: bajando impuestos y terminando con los aumentos a los usuarios.
En Salud se paga 10.5% de IVA. y es un derecho humano. Sin embargo, con el agua, que también es un derecho humano, se abona el 21%. No hay explicación. La baja de las retenciones benefició al desarrollo del campo y de la actividad minera.
Ahora es momento de equilibrar el esfuerzo que ya han hecho los usuarios. Hay que bajar los impuestos a los servicios públicos.
Los principios de la Corte Suprema lo determinan de manera taxativa, progresividad, proporcionalidad, gradualidad, no confiscatoriedad. Si los aumentos siguen recayendo sobre los usuarios, esos aumentos rompen los principios de CSJN.
La eventual decisión del Estado de bajar impuestos implicará respetar esos principios; y hacen posible que los usuarios paguen y las empresas inviertan para brindar servicios eficientes y continuos.
Si Gran Bretaña lo hizo hace menos de un mes, la Argentina debe seguir ese camino. Los usuarios, las personas, lo esperan. ■