Polémica por el cuidado de la fauna en el Sur tras la muerte de 49 delfines
La explicación oficial es “un hecho natural”. Pero hay críticas por el permiso de hacer fotos en zonas intangibles.
El subsecretario de Turismo de Chubut Néstor García dijo que el varamiento de los delfines en El Doradillo se inscribe “en un hecho natural de las especies” y descartó que se haya tratado de un ataque de orcas. “Si bien había orcas cerca del lugar del varamiento nada nos indica que los delfines hayan sido atacados. De hecho 19 se salvaron porque pudieron volver al mar por sus propios medios. También había cardúmenes cerca y una hipótesis puede ser que los delfines se hayan varado siguiéndolos para alimentarse”.
El funcionario le dijo a Clarín que “si bien nunca hubo un varamiento semejante de la especie, esto pasa naturalmente. Recuerden que en Camarones (un pueblo de la costa chubutense) murieron 40 orcas y ayer en Australia 38 delfines”.
El domingo aparecieron 68 delfines varados en las playas de El Doradillo, ubicadas a 13 kilómetros de Madryn. Sólo 19 pudieron volver al mar. El resto murió. En las últimas horas varios ejemplares fueron llevados al Centro Nacional Patagónico donde serán examinados.
En cuanto al posible impacto en el comportamiento de las orcas por la presencia de personas en lugares intangibles, García aseguró que “por ahora no está probado que las orcas se hayan corrido para otra zona. Además, toda la gente que va a Punta Norte está debidamente autorizada y en los lugares permitidos. Y esto ocurre desde hace muchos años. De todas maneras, nosotros iniciaremos una investigación pero las denuncias que se hicieron no tienen fundamento alguno”.
De esta manera, García salió al cru- ce de la denuncia del guardafauna Roberto Bubas quien había alertado sobre irregularidades en la reserva de Punta Norte: presencias de tráiler para fotógrafos extranjeros y la participación de guardafaunas provinciales además del empresario de viajes extranjero Frank Wirth, que obtiene permisos oficiales desde hace varios años para acceder a las zonas intangibles con sus clientes, realizando avistamiento de orcas en el canal de ataque y otras zonas intangibles de alta sensibilidad, además de buceo con ballenas, según denunció Bubas.
Según Bubas, estas irregularidades podrían provocar un cambio en el comportamiento natural de caza de las orcas. El denominado “varamiento intencional” considerado como uno de los métodos de cacería único en el mundo animal. Las orcas lo utilizan para cazar crías de lobos y elefantes marinos (ver “Es probable...”). “Constituye sin duda un privilegio natural-turístico de alto nivel que podemos perder por negligencia y gestión inadecuada en términos de conservación”, dijo Bubas. ■