Vuelve la pasión de la mafia napolitana
Esta noche, por HBO Max, regresan las escenas de una Italia atravesada por la violencia y la venganza.
Primero fue un best seller que vendió dos millones de copias en Italia y más de diez millones en todo el mundo. Después fue película, obra de teatro y finalmente una serie, que se convirtió en la más popular de todos los tiempos en Italia y fue transmitida en más de cincuenta países, incluido la Argentina. Y que ya va por la tercera temporada: a partir de hoy, a las 23, todos los martes HBO Max emitirá cada uno de los doce nuevos capítulos de Gomorra.
Basada en el libro de Roberto Saviano, cocreada por él junto a Stefano Bises y Leonardo Fasoli, Gomorra se adentra en el oscuro mundo de la camorra napolitana a través de los ojos de Ciro Di Marzio (interpretado por Marco D’Amore), que inicialmente fue la mano derecha de Don Pietro Savastano (Fortunato Cerlino), padrino de una de las familias más poderosas de la ciudad. Pero Pietro es encarcelado y entonces Ciro se transformó en mentor de su hijo y protector de su esposa.
Aunque mantuvo el código de honor respecto de Pietro, la ambición llevó a Ciro a tejer un pacto secreto con Salvatore Conte (Marco Palvetti), el principal enemigo del clan. El resultado no fue solamente un derramamiento de sangre implacable dentro y fuera del clan Savastano, sino también una nueva organización, con Ciro como el nuevo padrino. ¿Traición implacable e imperdonable para los códigos de la mafia italiana?
Al final de la segunda temporada, vimos cómo el pistolero asesinaba a su ex jefe. De esta manera, obtuvo la tutela de Gennaro, más conocido como Genny (Salvatore Esposito), el hijo de Don Pietro, que se estaba formando para suceder a su padre como cabeza del clan.
La tercera temporada estará marcada no sólo por este complicado vínculo, sino por el enfrentamiento de los Savastano con el poderoso clan Conte, con quien ya no hay pacto que valga.
La serie se convirtió en un éxito por la verosimilitud con la que describe el accionar del crimen organizado en Italia. Hasta se dice en algunos medios europeos que los delincuentes comunes empezaron a copiar los procedimientos de las familias de ficción. Su popularidad también se debe a los detalles, los personajes que quedan en tercer plano, los contrastes entre el delito y la fe católica.
Es decir, en el carácter de estos meticulosos y exagerados asesinos, que logran conciliar la violencia con su amor por la música, el narcotráfico con una exótica decoración de interiores, la devoción por los santos con la pasión por las armas de fuego.
Desde la publicación del libro, en 2006, Saviano vive amenazado de muerte por la mafia y custodiado por cuatro carabineros. El autor declaró: “Quise contar la realidad para cambiarla. Ahora me doy cuenta de que fui un iluso. Y además tuve que pa- gar un precio muy caro por eso”. Su trabajo expuso desde los sistemas de reclutamiento hasta los tentáculos financieros y políticos de la mafia, más allá de los apellidos elegidos para contar esta historia. La precisa y documentada descripción de sus mecanismos delictivos enfureció a los capos de la camorra, y convirtió a Saviano en una celebridad mundial. Celebridad que lo tiene en la mira, pero él sabe cómo protegerse. ■