Cada vez más jóvenes eligen mentores antes de iniciar un proyecto de estudio o trabajo
Son personas que les transmiten su experiencia en ámbitos educativos y empresas, los acompañan en sus primeros pasos y los ayudan a tomar decisiones clave.
“Méntor, ¿cómo voy a ir a abrazar sus rodillas? No tengo aún experiencia alguna en discursos ajustados. Y además a un hombre joven le da vergüenza preguntar a uno más viejo” Telémaco, hijo de Ulises (La Odisea)
Aunque está en pleno auge, la palabra “mentor” tiene sus orígenes en la mitología griega, más específicamente en la Odisea de Homero. El personaje llamado Méntor fue elegido por Ulises como persona de confianza para educar a su hijo, Telémaco. A través de sus conversaciones, Méntor ejerció de maestro, guía y consejero. Hoy en día, los mentores proliferan en los ámbitos educativos, empresas y organizaciones. Son profesionales con amplia experiencia y con habilidades comunicacionales. En forma voluntaria, acompañan a quienes dan sus primeras pasos -como estudiantes o emprendedores- para ayudarlos a cumplir sus objetivos.
¿Qué los lleva a ofrecer tiempo y conocimientos de esa manera? “Los emprendedores muchas veces tienen grandes problemas para iniciarse. De hecho, en Argentina, 8 de cada 10 no terminan el primer año, desaparecen. La mentoría es una oportunidad importante para ayudar a alguien que está en sus inicios”, cuenta Marcelo Du- tra, mentor profesional, que colaboró con una fundación. “Como consultor de empresas, vengo del mundo muy racional, de resultados. Y Cintia venía con la idea de crear su organización de eventos infantiles. Sacó mi parte más emocional y sentimental. Aprendí a desarrollar y a entender los negocios desde otro lugar, no solamente desde los números”, continúa Dutra.
Se refiere a Cintia Chantada, vecina de Barracas, clown y fundadora de Universo bellotas, donde organiza eventos de arte y sustentabilidad para chicos. “Empezamos desde la nada. En 2010, cuando arranqué, mis viejos me apoyaron a pesar de no tener la capacidad económica. Hasta que mi pareja leyó un aviso de una fundación, llevamos la propuesta y gustó. Entré en un plan de capacitación, me dieron un préstamo y tenía dos años para saldarlo”, cuenta. Ese préstamo venía acompañado con un mentor, Dutra, “que ahora es un amigo”, dice.
“Planteábamos diferentes temas: un mes con marketing, otro con la página web”, explica Cintia. “Para que funcione se necesita apoyo. Mi primera inversión era una cámara de fotos y para mí era mucha guita. Me preguntaba: ‘¿si no tengo material fotográfico, cómo hago?’ Marcelo manejó el trabajo de las emociones, me apoyó para tomar decisiones”. Hasta que se tiró a la pileta: dejó su trabajo y se abocó 100% al proyecto.
Para los aprendices o emprendedo- res, los beneficios son múltiples. Reciben capacitación y conexiones. Aprenden a fijar objetivos y a trabajar sobre aspectos específicos de su vida profesional. En algunos casos, la experiencia es “vivencial”: observan cómo trabaja el mentor en su día a día, desde una reunión de directorio, hasta una charla con su equipo.
Esa cuestión “práctica” es uno de los fuertes de la comunidad de emprendedores INICIA, que cuenta con mentores que abren la ‘cocina’ de sus actividades. Por ejemplo, muestran a los participantes los procesos de su trabajo, les hacen “vivir” una semana en sus oficinas, o los llevan a presentaciones en ferias y eventos. También entre las “mujeres líderes” proliferan los programas de mentoreo, como en la fundación Voces Vitales. La iniciativa tiene una duración de 6 meses en las que las aprendices reciben capacitación, mentoreo y conexiones. En la edición 2017, unas 30 jóvenes de Argentina, Uruguay, Chile y Bolivia fueron mentoreadas por 30 mujeres con amplia experiencia.
Dentro del área educativa, la fundación BisBlick otorga becas a los alumnos. Con ayuda económica y tutorías, busca que los jóvenes con alto potencial y bajos recursos económicos puedan estudiar una carrera universitaria o terciaria. Actualmente hay 59 duplas de tutores y becados.
En el ámbito oficial, si bien el Ministerio de Educación nacional no tiene un programa de mentoreo, sí hay distintas políticas que buscan garantizar la continuidad de los chicos en los estudios. La secretaria de Políticas Universitarias, Danya Tavela, explica que en el Programa Nexos -que se lan-
zó en 2017- se trabaja con “tutores pares”. Por ejemplo, estudiantes avanzados de la Universidad de Córdoba van en grupos a secundarios y trabajan en talleres. Y dentro de las universidades hay programas de apoyo donde alumnos avanzados hacen de tutores de chicos de años anteriores.
Por otro lado, existe en los colegios secundarios el llamado “Acompañamiento a las trayectorias escolares”.
Incorpora la función del tutor, entendido como un docente que tiene la función específica de escoltar a los alumnos en su recorrido por la escuela, desarrollando estrategias para garantizar su permanencia y desempeño académico.