La mina que simboliza la corrupción kirchnerista
La causa por presunta malversación de fondos públicos para distintas obras de remodelación de la mina de carbón de Río Turbio, a cargo del juez federal Luis Rodríguez, funciona como un emblema del entramado de corrupción durante el kirchnerismo, mantiene detenido al ex ministro de Planificación Julio De Vido y fue motivo de fuertes controversias en las últimas semanas.
Rodríguez procesó en febrero a Roberto Baratta -ex secretario de Coordinación del Ministerio de Planificación-, mano derecha de De Vido, y a otros 15 imputados. Y dispuso embargos de hasta 250 millones de pesos para Atanasio Pérez Osuna -el detenido intendente kirchnerista- y Jorge Mayoral, ex secretario de Minería, entre otros. La presunta malversación habría alcanzado los 26.000 millones de pesos entre 2006 y 2016.
Las obras y la compra de maquinarias e insumos del yacimiento se canalizaban a través de la Universidad Tecnológica Nacional, con un mecanismo que encarecía los costos. Sólo por la UTN Santa Cruz habrían pasado unos 3 mil millones de pesos.
Otro detenido fue Juan Carlos Lascurain, ex titular de la UIA, por una obra en una avenida entre el yacimiento y la localidad de Río Turbio, que nunca se concretó. Había sido adjudicada a la firma Fainser, presidida por Lascurain y con Romina Mercado -hija de Alicia Kirchner- como apoderada. El ex presidente de la UIA fue uno de los dirigentes empresarios que más respaldaron al kirchnerismo. Rodríguez apartó de la investigación al fiscal Carlos Stornelli, lo que provocó una presentación de la Oficina Anticorrupción para pedir el apartamiento del magistrado. En ese momento en el Gobierno consideraron que tras la decisión se escondía un plan para favorecer a De Vido y no descartaron, como había advertido Elisa Carrió, que el objetivo fuera liberar al ex ministro kirchnerista. ■