El Gobierno reunió a los jefes del Senado para destrabar leyes clave
Quiere sacar las reformas electoral y laboral. Y nombrar a la procuradora. Críticas de la oposición a los DNU.
A poco de asumir, en febrero de 2016, el Gobierno recibió a senadores de diferentes bloques y anunció que se abría una “nueva etapa de diálogo”. Dos años después, y sin ninguna otra cita en el medio, un puñado de jefes de diferentes bloques del Senado volvió a recibir un gesto similar: fueron invitados a almorzar en la Casa Rosada con la vicepresidenta Gabriela Michetti, el jefe de Gabinete Marcos Peña y el ministro del Interior Rogelio Frigerio. El Ejecutivo necesita generar consensos para una serie de leyes que se encuentran trabadas en la Cámara alta.
Los proyectos pendientes que más le interesa sacar al Gobierno son los de las reformas laboral, del Ministerio Público, del Código Procesal Penal, del sistema electoral, además de la ley de extinción de dominio (para recuperar bienes producto del narcotráfico y la corrupción) y la ley de compre nacional. También están pendientes las designaciones de procurador general ( la candidata de Mauricio Macri es la jueza Inés Weinberg de Roca) y el defensor del pueblo, entre otros cargos claves.
“Quedó claro que el Poder Ejecutivo no va a tener la actitud de presionar al Congreso. La idea es pensar los problemas que son de los argentinos y no son partidarios y buscar soluciones posibles en conjunto, poder sentarnos antes de presentar un proyecto”, resumió tras el almuerzo -burrata de entrada, lomo con papas de principal y frutas de postre- Federico Pinedo, presidente provisional del Senado.
Consultado por la reforma electoral, Pinedo contestó: "Ese es un típico caso que requiere mucho consenso, no es un tema de un partido. Vamos a hacer aquello para lo que haya consenso muy mayoritario. Y si se puede llegar a 2019, si no hay acuerdo seguirá como está”.
Tras una bienvenida de los funcionarios, abrieron el juego para que cada senador planteara “sus inquietudes". Miguel Pichetto, jefe del interbloque del PJ, y el puntano Adolfo Rodríguez Saá aprovecharon para hacer fuertes críticas al controvertido mega DNU que firmó Macri en enero. El porteño Fernando Pino Solanas apuntó contra Nicolás Dujovne y Juan José Aranguren: “El colmo de la contradicción es que justifican tener su fortunas afuera porque dicen que no hay confianza para traerla al país”, dijo.
También se escucharon críticas de los jefes opositores por el aumento de tarifas.
El almuerzo se extendió por más de dos horas. Participaron también Humberto Schiavoni, del PRO; Luis Naidenoff, presidente del interbloque Cambiemos; el pampeano Daniel Lovera; la santiagueña Ada Rosa Del Valle Itúrrez de Cappellini; el salteño Juan Carlos Romero; la misionera Magdalena Solari Quintana; y el neuquino Guillermo Pereyra.
El único invitado que no asistió fue el kirchnerista Marcelo Fuentes. Su ubicación, en una punta de la mesa, quedó vacía. “Se hubiera sentido cómodo”, sostuvo Pinedo.
Durante la comida se habló de que antes de firmar un DNU el Gobierno “genere una instancia de diálogo” con el Senado. Peña planteó la necesidad de “bajar el déficit” y mostró unas planillas con la coparticipación a las provincias.
Seguramente habrá un almuerzo similar en unos meses, probablemente con Mauricio Macri. ■
Yo retiro el dinero y viajo en camioneta. Si se transparenta no es nada ilegal”. “Toty” Flores (Coalición Cívica)
Si van a tirar el Congreso abajo, que no lo hagan con esta pavada”. Felipe Solá (Frente Renovador)
Hay que depurar el sistema, pero la discusión tiene que ser sin hipocresía”. Luis Naidenoff (UCR)
Es insostenible que los diputados ganen más de cuatro salarios mínimos”. Romina del Plá (PTS)