Primer paso para elegir a un juez electoral clave
Decide sobre un universo de casi 13 millones de electores, el 37% del padrón nacional, en la plaza política que define, todas las presidenciales. Se trata del Juzgado Federal N° 1, con competencia electoral en las provincia de Buenos Aires, un despacho estratégico y clave.
Esa butaca, que durante casi tres décadas ocupó Manuel Humberto Blanco, quedó vacante tras su muerte en septiembre de 2014 y fue motivo de riñas políticas y judiciales por su importancia estratégica.
La semana pasada el Consejo de la Magistratura sorteó a los concursantes para elegir a quien se instalará en esa oficina clave donde, en los últimos años pasaron dos jueces: uno, Laureano Durán, un subrogante promovido por el kirchnerismo, y el otro, Juan Manuel Culotta, patrocinado por el PRO.
Ninguno duró. Tampoco prosperó un intento de “desdoblar” el juzgado y nombrar un juez penal y otro electoral. La Corte no validó ese procedimiento que, según el PJ, era el Caballo de Troya para una jugada nacional: desdoblar todos los juzgados federa- les y designar jueces electorales en todas las provincias.
El trámite recién empieza pero promete ser movido. Hay un plazo para que los “jurados” sorteados se autoexcluyan y luego se inicia un proceso de inscripción de postulantes e impugnaciones, tanto de jurados como entre los concursantes.
El sorteo aportó nombres conocidos. Por los magistrados, quedaron seleccionados el presidente de la Cámara Federal de Apelaciones de Mar del Plata, Alejandro Tazza, y el juez Federal Daniel Rafecas.
Por los docentes, Roberto Gargarella, de Filosofía Política e investigador del CONICET y Jorge Barbará, titular de cátedra en la Universidad Nacional de Cordóba (UNC) y en la Universidad Católica de Córdoba (UCC).
Aunque hay plazos reglamentarios, en el Consejo explica que no son estrictos. Un concurso sensible como el Federal/Electoral de La Plata, puede demorar más de un año antes de llegar a una terna que se eleva al Presidente de la Nación para que luego este envíe el pliego al Senado. ■