El príncipe saudita defiende el derecho de Israel a tener su propio Estado
El príncipe heredero saudita, Mohammed bin Salman, reconoció el derecho de los israelíes a tener un Estado propio, según dijo en una entrevista con la revista estadounidense The Atlantic en unas sorprendentes declaraciones, ya que el reino del Golfo no tiene relaciones diplomáticas con el Estado judío. Al mismo tiempo, el príncipe, considerado el verdadero “hombre fuerte” del país, reconoció el mismo derecho de los palestinos y abogó por una solución de paz al conflicto de Oriente Medio.
“Creo que los palestinos y los israelíes tienen derecho a tener una tierra propia”. Para garantizar la estabilidad en la región y la normalidad de relaciones diplomáticas se necesita un acuerdo de paz, añadió en la entrevista, publicada el lunes.
Los analistas ven en estas declaraciones una muestra de la disposición del país a normalizar relaciones con el Estado judío, al mismo tiempo que sigue defendiendo el derecho de los palestinos.
Tras la publicación de la entrevista, el rey Salman, padre del príncipe heredero, llamó al presidente estadounidense, Donald Trump, a insistir en la reivindicación un Estado palestino con capital en Jerusalén, según informó la agencia de noticias saudita SPA. Trump reconoció a finales del año pasado Jerusalén como capital de Israel, dando un fuerte golpe a la reivindicación palestina de establecer la capital de su futuro Estado en la zona oriental de la ciudad, ocupada por Israel desde 1967, que desató protestas internacionales.
Al ser preguntado si tenía alguna objeción religiosa a la existencia de Israel, el príncipe, de 32 años, se refirió a sus “consideraciones religiosas en relación con el futuro de las mezquitas en Jerusalén y los derechos del pueblo palestino”. “No tenemos nada contra ningún otro pueblo”, añadió, reiterando su opinión de que “todo pueblo en general tiene derecho a vivir en paz en su propio Estado”.
“Nuestro país no tiene ningún problema con los judíos”, insistió. Israel es una gran potencia económica que crece y naturalmente hay muchos intereses compartidos. Si hubiera paz, habría muchos intereses comunes entre Israel y los países del Consejo de Cooperación del Golfo como Egipto y Jordania, añadió.
La esperanza de Israel de poder es- tablecer relaciones diplomáticas con una serie de Estados musulmanes como Arabia Saudita no se ha cumplido hasta hoy debido a que el conflicto regional sigue sin resolverse desde la fundación de Israel en mayo de 1948.
El reino sunita parece acercarse cada vez más a Israel, sobre todo ante el enemigo común en la región: el Irán shiíta. Por su parte, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu presentó recientemente a su país como el “aliado indispensable” de los países árabes que se oponen a Teherán.
La Casa Blanca cuenta además con un acercamiento entre israelíes y sauditas para rediseñar los equilibrios de la región, en un momento en el que los dirigentes palestinos no quieren que EE.UU. siga siendo el mediador de la paz tras el reconocimiento de Donald Trump de Jerusalén como capital de Israel. ■