Final escandaloso por un papelito que provocó la ira del kirchnerismo
“MIS HIJAS TIENEN 11 Y 13 AÑOS, NO SEAS TAN MALA”, LE ESCRIBIÓ CAPUTO A UNA DIPUTADA
La diputada Cerruti se enfureció por un mensaje de Caputo. Era una réplica por una acusación a sus hijas.
La exposición de Luis Caputo en el Congreso terminó con escándalo. ¿Motivo? Un mensaje que el ministro le hizo llegar por un secretario a la diputada Gabriela Cerruti, del Frente para la Victoria. “Mis hijas tienen 11 y 13 años. No seas tan mala”, fue el texto escrito a mano con birome acompañado de un emoticón de sonrisita.
Las cámaras de TV captaron el momento en que el ministro escribía la notita en un trozo de papel y su secretario se lo alcanzaba a la diputada. Cerruti se puso anteojos para leerlo y saltó como un resorte de su silla para empezar a pedirle explicaciones al ministro, mientras hablaba el senador Fernando “Pino” Solanas. Exhibiendo el papel, la emprendió a los gritos contra Caputo.
Enseguida, el jefe del bloque K Agustín Rossi se sumó a la indignación de Cerruti y le reprochó la “sonrisa irónica” al ministro.
El desenlace llegó apenas unos segundos más tarde. El presidente de la comisión, el senador peronista Jose Mayans, afirmó: “¡Si no hay orden, levanto!” Aludió brevemente a un “compromiso” previo con el ministro (al parecer de terminar a las 13, horario que se había superado), y ante un gesto ostensible de Caputo para retirarse se levantaron todos, en un clima de tensión y semicustodiados por personal de protocolo. En el salón crecía el griterío.
Varios diputados que esperaban turno para preguntar se acercaron al estrado para increpar a Mayans y a Caputo, entre ellos el salteño Pablo Kosiner, la correntina Araceli Ferreyra (Movimiento Evita) y el socialista Luis Contigiani. “¡Es una vergüenza!”, reprochó Kosiner, jefe del interbloque Argentina Federal -el peronismo dialoguista, igual que Mayans-, quien había negociado la presencia de Caputo. Su bloque, a través de Javier David -otro integrante de la comisión- no había llegado a preguntar. Tampoco el kirchnerista Rodolfo Tailhade -cabeza de las cuatro denuncias penales que su bloque hizo a Caputo-, ni el massista Felipe Solá.
En la batahola, el macrista Eduardo Amadeo justificó el mensaje: “Ella (por Cerruti) le habló sobre sus hijas y él reaccionó como un ser humano”. Había dado en el clavo. Enseguida circuló el video de una intervención que Cerruti tuvo semanas atrás en el pro- grama Intratables, asegurando que “la hija” de Caputo se había quedado con el fondo de inversión Axis, fundado por Caputo.
“Reaccioné como padre, no quise ofender a nadie. No tengo experiencia política”, se disculpó más tarde el ministro en un comunicado, y aseguró que el papelito “no fue un mensaje agresivo”. En realidad, Caputo tiene seis hijos. Cuatro son varones. En enero de 2017 cuando juró como ministro en el Salón Blanco, estaban sus dos hijas fascinadas, vestidas para la ocasión. Las llevaban en upa para que pudieran ver a su papá ministro, que estaba rodeado de gente.
El cierre de la reunión en la Bicamneral mostró a Cerruti en llamas y alegando que no conocía la composición familiar de Caputo. A su lado, José Luis Gioja, jefe del PJ, bramaba: “No ha contestado las preguntas más graves. ¡ El ha sido jefe de inversiones de los fondos buitres y no lo ha declarado!”. Luego trascendió en el bloque K cierto arrepentimiento por una situación que se les fue de las manos, ya que varios se quedaron con las ganas de preguntarle a Caputo. Pero en el salón todo estaba desbordado: “¡Machista, tilingo, misógino!”, la emprendía Cerruti desencajada, mientras exhibía el papelito cortado a mano ante cámaras y fotógrafos. ■