Reglas que generan paradojas
Directora y coordinadora, Educación CIPPEC
Las reglas que organizan la vida laboral de los docentes enfrentan el desafío de compatibilizar objetivos generales del sistema educativo (mejorar la calidad y la equidad educativas) e individuales (ofrecer trayectorias profesionales atractivas y desafiantes para los docentes). La buena noticia es que ambos planos pueden articularse en un círculo virtuoso. Una carrera docente atractiva que configure una docencia prestigiada y reconocida puede impulsar la calidad de la educación a nivel sistémico. Actualmente las reglas de la carrera docente siembran paradojas en todo el sistema educativo. Su cumplimiento genera resultados contrarios al espíritu con que fueron concebidas. Por ejemplo, los docentes más formados y comprometidos para ascender deben dejar el aula. Por otra parte, los docentes comprometidos con la justicia educativa no reciben un reconocimiento por ello. La antigüedad es el mayor determinante del progreso salarial. Es más redituable acumular cursos de capacitación cortos y no relevantes que realizar trayectos formativos más extensos. En tanto, los docentes de nivel secundario carecen de tiempo y espacios institucionales para trabajar y planificar en equipo. Atender estas paradojas requiere: afinar los diagnósticos (no existen prácticamente estudios sobre estas cuestiones); aumentar la inversión educativa y, sobre todo, coraje político para priorizar estos cambios concretos.
En un contexto de ajuste fiscal como el actual, es difícil comenzar a implementar reformas. Pero es hora de adoptar una visión de largo plazo: diagnosticar la problemática, reunir consensos y planificar las transformaciones que nuestro sistema educativo necesita.