Alemania liberó a Puigdemont y rechaza los cargos por rebelión
La Justicia consideró que el ex presidente catalán no cometió ese delito por el que lo reclama España. Pero podría ser extraditado por una acusación de “malversación”.
Le impusieron una fianza, pero se cayó la acusación principal.
Once días después de haber sido detenido en Alemania, el ex presidente catalán Carles Puigdemont podrá salir bajo fianza de la cárcel de Neumünster donde, a falta de celular y computadora, pasaba las horas tipeando en una máquina de escribir. La justicia alemana lo dejó en libertad este jueves porque considera que Puigdemont no cometió el delito de rebelión.
El ex presidente, quien logró esquivar durante cinco meses la orden de detención en suelo español que la justicia de su país libró luego de que declarara la independencia de Catalu- ña y se fugara a Bélgica, deberá pagar, eso sí, 75.000 euros de fianza y, hasta que se resuelva si Alemania lo extradita a España o no, no podrá salir del país y tendrá que presentarse una vez por semana ante una dependencia policial. Los abogados defensores de Puigdemont en Alemania están buscando una residencia fija con dirección conocida para el ex presidente.
Para la Audiencia territorial de Schleswig-Holstein, en el norte de Alemania, la extradición, implícita en la orden europea de detención que el juez Pablo Llarena del Tribunal Supremo español había reactivado mientras el ex presidente estaba en Finlandia “internacionalizando la causa catalana”, no podrá efectivizar- se por la imputación del delito de rebelión que, según la justicia alemana, es “inadmisible” porque no implicó violencia.
En un comunicado de la Sala Primera Penal de la Audiencia territorial, el juez de Schleswig-Holsteinen aclaró que sí está estudiando la posibilidad de extraditar a Puigdemont para que sea juzgado en España por malversación, es decir, por el uso de dinero público para solventar la puesta en marcha del referéndum de autodeterminación, ilegal y casero, que el ex presidente llevó adelante el 1° de octubre del año pasado en Cataluña. La organización del referéndum habría costado 1,6 millones de euros que habría pagado la Generalitat que, por entonces, presidía Puigdemont.
“Hace falta aclarar otros hechos y obtener información adicional”, dijo el tribunal en el comunicado.
En el Código Penal alemán, el delito equivalente al de rebelión sería el de “alta traición”, que incluye ejercer una “presión suficiente sobre un órgano constitucional como para torcer su voluntad”. El tribunal alemán admite que durante el referéndum del 1° de octubre hubo violencia pero “su naturaleza, alcance y efecto no fueron suficientes”.
“No me estoy defendiendo a mí mismo, sino que represento a una institución nacida el 1359. Siempre he sido un activista en contra de la violencia, y el independentismo ha sido siempre un movimiento pacífico. Decidir nuestro futuro en las urnas no es un crimen”, había dicho Puigdemont en las redes sociales desde su calabozo dos días antes de conocerse su libertad provisional.
“Es un gran éxito -sentenció su abogado catalán, Jaume Alonso-Cuevillas-. Decían que Alemania no era la broma de Bélgica. Que Alemania era seguro, seguro que se haría la extradición por los dos delitos (rebelión y malversación) y aquí estamos”.
“El delito de rebelión es totalmente infundado”, posteó en su cuenta de Twitter el presidente del Parlamento catalán, Roger Torrent, a quien este jueves, en plena sesión, la líder de Ciudadanos -el partido liberal constitucionalista que ganó las últimas elecciones en Cataluña pero no logró la mayoría parlamentaria-, Inés Arrimadas, acusó de “estar esperando la
llamada de Puigdemont para que le diga lo que tiene que hacer”.
Los partidos independentistas, que llevan casi tres meses insistiendo con candidatos no viables a la investidura de presidente de la Generalitat por estar presos, fuera de Cataluña o procesados, celebraron la libertad de Puigdemont.
El ex vicepresidente catalán, Oriol Junqueras, detenido desde el 2 de noviembre de 2017, publicó en su cuenta de Twitter un escueto emoticón sonriente. El diputado de la CUP -el grupo soberanista más radical dentro del nacionalismo- Vidal Aragonés aprovechó la ocasión para insistir con la investidura de Carles Puigdemont como presidente de Cataluña, que lleva casi seis meses intervenida por el gobierno de Mariano Rajoy: “Es lo que genera más consenso entre el independentismo y lo que puede hacer avanzar el país desde el punto de vista nacional”, dijo.
Hace unos días, el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas confirmó haber admitido a trámite la demanda de Puigdemont contra España por vulnerar sus derechos políticos al no haberle permitido ser investido presidente desde su autoexilio belga.
La Audiencia territorial de Schleswig-Holstein, sin embargo, subrayó que es imparcial y que no tiene constancia de que haya una “persecución política” contra Puigdemont. El ex presidente no se podrá mover de Alemania hasta que no se resuelva la extradición, trámite que puede tardar hasta dos meses. ■